El jueves 27 de junio de 2024, nuevos detalles emergieron en el trágico caso de Jocelyn Nungaray, la niña de 12 años cuya vida fue arrebatada el pasado 17 de junio.

En un dramático enfrentamiento judicial, el segundo implicado en el homicidio de la menor Jocelyn Nungaray compareció ante el tribunal. Joan José Martínez Rangel, de 22 años, se vio cara a cara con los familiares de la víctima, quienes no dudaron en expresar su dolor e indignación.

 

«Eres un asesino, quiero que veas mi cara, asesino», fueron las palabras que resonaron en la sala, pronunciadas por un pariente de la niña fallecida. La tensión era palpable mientras se develaban los detalles escabrosos del caso.

La fiscalía expuso que Martínez Rangel, al verse retratado en los medios como sospechoso, habría intentado buscar vías de escape del país a través de su teléfono móvil. Este dato sugiere una posible conciencia de culpabilidad por parte del acusado.

Además, se revelaron pormenores sobre la participación del otro imputado, Franklin José Peña Ramos. Según las declaraciones de la fiscalía, Martínez Rangel habría sido quien despojó a la menor de sus pantalones, la inmovilizó y se posicionó sobre ella, alegando la necesidad de «terminar lo que había empezado». Asimismo, se le atribuye haber ordenado a Ramos arrastrar a la víctima hacia el agua.

Franklin José Peña Ramos

Un detalle escalofriante salió a la luz cuando la fiscal mencionó las marcas en el brazo de Martínez Rangel, posible evidencia de la lucha desesperada de la niña por su vida. Este hallazgo podría ser crucial en el desarrollo del caso.

Al concluir la audiencia, el magistrado determinó imponer una fianza de 10 millones de dólares a Martínez Rangel, igualando la cantidad establecida para su coacusado. Esta decisión fue recibida con gratitud por el abuelo de Jocelyn, quien expresó su alivio en declaraciones a la prensa.

«Pues agradecido con el juez, porque su récord de él no hablaba muy bien de la cantidad de bonds que ponía, pero gracias a la magnitud, gracias a todos los medios que pienso que están poniendo un poquito de presión, que este caso se ha hecho grande, la cantidad de 10 millones, creo que es suficiente para asegurarnos la paz mental de que estos hombres no van a salir a lastimar a otras familias y van a pagar por los hechos que hicieron aquí», manifestó el familiar.

Por su parte, la defensa de Martínez Rangel abogó por una fianza considerablemente menor, de un millón de dólares. El abogado defensor argumentó que su cliente carece de antecedentes penales, es padre de dos menores de cinco años, tiene lazos familiares en el condado Harris y no representa un riesgo de fuga.

Mientras tanto, las autoridades aguardan con expectación los resultados de los análisis forenses, que determinarán si la pequeña Jocelyn fue víctima de abuso sexual. Este elemento podría añadir un nivel adicional de gravedad a los cargos que enfrentan los acusados.

Detalles adicionales del caso y antecedentes de los sospechosos

Kim Ogg, Fiscal del Condado Harris, mantiene una postura inflexible, insistiendo en que se buscará la pena capital para ambos sospechosos del atroz crimen. La presencia de la madre y los abuelos de Jocelyn en la sala durante la primera audiencia de Martínez Rangel añadió un peso emocional palpable al proceso judicial.

La investigación reveló que, según el testimonio de un informante, los presuntos asesinos habrían planeado huir de los Estados Unidos tras cometer el delito. Este dato cobra relevancia al conocerse que tanto Martínez Rangel como Franklin José Peña Ramos ingresaron al país de manera irregular este mismo año, habiendo sido detenidos temporalmente en centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) antes de ser liberados por la patrulla fronteriza.

La cronología del fatídico día se ha ido esclareciendo. Los registros indican que Peña Ramos y Martínez Rangel estuvieron en compañía de la menor desde las 12:57 a.m. hasta las 3:04 a.m. del domingo 16 de junio. Las autoridades de Houston han señalado la posibilidad de que Jocelyn haya sido víctima de abuso por parte de los sospechosos, aunque aún se aguarda el resultado definitivo del kit de abuso sexual practicado a la menor.

La noche del domingo 16 de junio marca el inicio de esta tragedia. Jocelyn Nungaray abandonó su hogar, aparentemente sin el consentimiento de su madre, Alexis Nungaray. En un desgarrador testimonio, la progenitora afirmó que la última vez que vio con vida a su hija fue cuando esta se dirigió a su habitación para dormir.

El caso ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los menores, así como las posibles fallas en el sistema migratorio que permitieron la entrada y liberación de individuos potencialmente peligrosos. Mientras las investigaciones continúan, la familia de Jocelyn y la sociedad en general claman por justicia y medidas que prevengan futuros casos similares.



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