En los últimos meses, han salido a la luz múltiples denuncias de antiguos clientes y agentes de OVB Allfinanz España, una red de intermediación financiera que opera bajo el marco legal del marketing multinivel. Aunque este modelo de ventas es válido y legal, su aplicación en el ámbito financiero exige altos estándares de ética, transparencia y formación. En el caso de OVB, estos principios parecen haberse difuminado detrás de un sistema de incentivos desalineado con los intereses del cliente.

Rentabilidades infladas, promesas sin respaldo

Numerosos testimonios revelan que los agentes de OVB ofrecían productos como los PIAS o seguros unit-linked prometiendo rentabilidades de entre el 7 % y el 9 % anual, muy por encima de lo que históricamente ofrece el mercado para el riesgo asumido (Cinco Días, 2025).

Comparativa real de rentabilidades (2000–2023):

ProductoRentabilidad media anual
OVB (prometida)7 % – 9 % (no garantizada)
IBEX 35~4 % (con alta volatilidad)
Fondo indexado MSCI World~8 % (con baja comisión)
Letras del Tesoro (2023)3,5 % – 4 %
Depósitos bancarios1 % – 2,5 %

Mientras un fondo indexado al MSCI World cobra en torno al 0,1 % de comisión anual, los productos comercializados por OVB implican comisiones iniciales de hasta el 70 % de lo aportado el primer año (ECD, 2025).


Comisiones opacas que devoran el ahorro

El verdadero coste de los productos comercializados por OVB no está en la prima mensual, sino en las comisiones que se cargan desde el inicio:

  • Hasta el 70 % del primer año de aportación desaparece en comisiones (agente + estructura jerárquica).

  • Los siguientes años también incluyen gastos de gestión, de depósito, administrativos y de rescate anticipado.

  • En algunos casos, los productos no permiten el rescate hasta pasados 10 años sin penalizaciones, lo que convierte estas inversiones en auténticas trampas de liquidez.

Ejemplo real: un cliente que aportó 3.600 € (300 €/mes durante un año) vio cómo más de 2.400 € fueron absorbidos por comisiones iniciales, dejando un valor de rescate inferior a 1.000 € incluso dos años después de la inversión.

Formación limitada y captación agresiva

Aunque OVB actúa legalmente como correduría, los agentes —a menudo sin estudios financieros— son captados mediante campañas en redes sociales que prometen “libertad financiera” y altos ingresos. La rotación en la empresa es masiva: se estima que más de 18.000 agentes se han dado de baja en los últimos años, muchos tras descubrir que las comisiones no llegaban si no reclutaban a otros vendedores o no alcanzaban metas internas (Cinco Días).

Falta de transparencia y sentencias judiciales

La Audiencia Provincial de Madrid anuló contratos con OVB por no haber informado adecuadamente sobre los riesgos ni los costes reales del producto. La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones también ha advertido a la entidad por malas prácticas de información precontractual.

Además, la quiebra de FWU, aseguradora asociada a muchos de los productos vendidos, ha dejado a más de 40.000 afectados sin expectativas claras de recuperación del capital invertido.


¿Qué alternativas tienen los pequeños ahorradores?

El caso OVB pone en evidencia el riesgo de dejarse seducir por discursos comerciales sin contrastar la información. Afortunadamente, el mercado ofrece productos más transparentes, con menores costes y mejor rendimiento ajustado al riesgo:

ProductoComisión mediaLiquidezRiesgoRentabilidad esperada
Fondo indexado global0,10 %AltaModerado6–8 % anual
Letras del Tesoro0 %AltaBajo3–4 %
PIAS / Unit Linked (OVB)3–6 % anual + comisión de entradaMuy bajaAlto0–5 % (real)

Conclusión

El problema no es el marketing multinivel como estructura comercial, sino cómo OVB lo ha explotado para crear una red de intermediarios sin la formación adecuada, incentivados a vender productos de alta comisión sin poner al cliente en el centro. Bajo una falsa apariencia de asesoramiento gratuito, se ha promovido un modelo que beneficia más a la pirámide de comisiones que al inversor.

Frente a esto, el consumidor necesita herramientas reales para evaluar productos financieros: educación financiera, comparadores independientes y una regulación que obligue a la transparencia total de comisiones, riesgos y proyecciones no garantizadas.


Recomendaciones al consumidor

  • Desconfía de promesas de rentabilidad superiores al 6–7 % anual sin riesgo.

  • Pide siempre documentación por escrito y simulaciones reales de rescate.

  • Compara productos con otros disponibles en bancos o plataformas indexadas.

  • Evita firmar contratos sin haber entendido todos los costes asociados.

Invertir no debe ser un acto de fe, sino de criterio. Y para eso, el mejor escudo es la información.





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