Escrito por Omar V Gutierrez.

La desaparición de Caroline del Valle Movilla (14 años) en la zona hermética de Sabadell, la madrugada del 15 de marzo de 2015, es uno de los casos más desconcertantes de la última década en España. Aúna versiones contradictorias, una reacción policial cuestionada por la familia y un puñado de indicios duros (llamadas, un “coche rojo” y geoposicionamientos) que no terminan de cerrarse en una narrativa única. Este artículo reconstruye los hechos con base en entrevistas a la madre, a una amiga del grupo, materiales de análisis y el directo de una de las implicadas señaladas públicamente.

Línea temporal esencial (14–15 de marzo de 2015)

Sábado 14 (tarde-noche).
Caroline pasa el día con su amiga Silvia. A última hora pide a su madre permiso para quedarse otra noche en casa de Silvia; la madre llama, recibe confirmación del padre de Silvia y un audio de la propia Silvia, y finalmente cede.

Plan declarado vs. plan real.
En la agenda de Caroline figuraban In Time y Villa Olímpica; sin embargo, el grupo termina yendo a Sabadell (zona hermética) y a la discoteca Bora Bora. No entran por ser menores y hacen botellón en el exterior.

El “coche rojo” (madrugada).
Diversas fuentes aluden a un coche rojo con matrícula francesa y tres varones adultos (descritos como “franco-árabes”) que se acercan al grupo y reparten bebida y tabaco. Años después sale a la luz un vídeo de esa noche donde aparece el coche y se vería a Caroline junto a él, lo que reactiva el caso sin llegar a resolución.

La estampida y la “persecución” (aprox. 4:30–5:00).
Un patrullero de Mossos se aproxima y muchos huyen porque varios son fugados de centros o con requerimientos. En las versiones de Silvia y Justin se describe una carrera; Justin afirma esconderse media hora en el castillo de Can Feu y llegar más tarde a Sants, con la camisa al revés y barro. No consta documentalmente la detención o persecución a una menor esa noche, vacío que alimenta dudas sobre la posterior línea “castillo/vertedero/alcantarilla”.

La última señal del móvil y la última llamada (≈ 06:00).
Dato objetivo clave: el último posicionamiento del teléfono de Caroline se registra junto a la estación de Sabadell Sur alrededor de las 06:00. En ese entorno temporal, Caroline realiza su última llamada a Niss; la llamada no se atiende y el teléfono se apaga (probable batería agotada).

Punto de reunión en Sants y ausencia de Caroline.
Varios del grupo afirman haber esperado en Sants alrededor de 90 minutos. Justin llega tarde y embarrado; Caroline no aparece.

Domingo 15 (tarde).
Al no regresar, la madre activa búsqueda informal y recibe un SMS anónimo: “No busques a Caroline; está en una casa abandonada y en malas condiciones”. Con ese mensaje, acude a Fiscalía de Menores. La unidad de menores trabaja uno o dos días y el caso pasa a Central (Egara). La madre denuncia inacción y un retraso de unos dos meses y medio en la búsqueda activa.

Actores y testimonios clave

Isabel Movilla (madre)

Denuncia una cadena de mentiras del entorno de su hija, especialmente en las primeras 24–48 horas, y lagunas graves en la instrucción: ausencia de batidas tempranas, falta de control de cámaras y poca presión sobre testigos clave mientras los recuerdos estaban frescos. Señala dos anclas fácticas: la última llamada a Niss y el último posicionamiento en Sabadell Sur.

“Niss”

En su directo rechaza ser “captadora”, asegura no conocer a los del coche rojo, niega haber bailado en el vídeo y se desmarca de cualquier participación. Aduce haber estado “sentada en un muro”, fumando porros, lejos del coche, y denuncia una campaña de acoso. A la vez, reconoce que aquella noche “había un coche rojo” y que Silvia y Caroline se acercaron por la música.

Justin

Su relato (huida, castillo de Can Feu, llegada tardía a Sants con la camisa al revés y barro) se convierte durante un tiempo en la línea principal de investigación: que él habría estado con Caroline y “le hizo algo” antes de deshacerse del cuerpo. Tras registros con perros y georradar, no se hallan indicios en el castillo y la hipótesis oficial muta a vertedero/alcantarilla. La madre considera esta deriva especulativa y no respaldada por una búsqueda técnica suficiente en vertedero.

Otras amigas del grupo

Dibujan un contexto de grupo conflictivo, con redadas, peleas y fugas habituales, subrayando el carrusel de hipótesis y contradicciones que emergen después de la desaparición. También critican la falta de claridad y la demora en alzar la voz sobre que Caroline no estaba realmente en casa de Silvia.

Los hechos “duros” que sí parecen sostenerse

  • Presencia de un coche rojo con matrícula francesa y tres adultos esa noche (aparece en un vídeo conocido años después).

  • Última posición de móvil en Sabadell Sur, ~06:00.

  • Última llamada de Caroline a Niss (sin respuesta) antes de apagarse el teléfono.

  • Espera en Sants sin Caroline; Justin llega tarde y embarrado.

  • Retraso señalado por la madre en la búsqueda formal (aprox. 2,5 meses).

Dos hipótesis macro (y cómo chocan con la evidencia)

1) Hipótesis “Justin / muerte en Sabadell”

Narrativa: Caroline corre tras Justin; algo le ocurre cerca del castillo de Can Feu o en el polígono; el cuerpo sería arrojado a contenedor/alcantarilla/riera.
A favor: tardanza de Justin; barro; su posición como “último en verla” según algunas versiones.
En contra: ausencia de hallazgos en el castillo; línea de vertedero/alcantarilla planteada sin operativo exhaustivo; y la coincidencia de que el teléfono de Caroline se posiciona en Sabadell Sur a la hora en que Justin asegura estar llegando a estación.

2) Hipótesis “Coche rojo / traslado y trata (posible salida por AP-7/Francia)”

Narrativa: tras la estampida, Caroline sube (forzada o voluntaria) al coche rojo; su móvil se mueve por la ciudad; habría traza compatible con salida por autopista (AP-7) la misma madrugada; se explora Perpiñán y Francia como destino.
A favor: el vídeo del coche; la última posición del teléfono en Sabadell Sur (punto lógico para “recoger” a alguien rumbo a autopista); y la llamada a Niss (¿pidió ayuda? ¿buscó a la persona que podía interceder?).
En contra: no hay prueba pública directa de que Caroline saliera del país ni confirmación oficial de esa ruta; Niss niega vínculos con los ocupantes del coche y niega ser “captadora”.

Las grandes lagunas

  • Primeras 48–72 horas: versiones cambiantes de menores, disolución de grupos de chat y poca presión temprana sobre testigos.

  • Documentación operativa: no consta parte policial que respalde una persecución/detención formal de una menor esa madrugada.

  • Investigación técnica: cambios de hipótesis (castillo → contenedor/alcantarilla → riera) sin hallazgos materiales; archivo, reapertura y nuevo archivo pese a la irrupción del vídeo del coche rojo.

 

Lectura crítica: ¿qué encaja mejor con los datos resistentes?

Si nos ceñimos a los pocos puntos duros (vídeo del coche rojo, Sabadell Sur ~06:00, última llamada a Niss, Sants sin Caroline), la hipótesis “coche rojo / traslado” explica de forma más natural la desconexión entre la persecución en la zona hermética y el apagado del móvil junto a la estación una hora después, especialmente si se contempla un punto de recogida y salida rápida por vías principales. Sin embargo, no hay prueba concluyente de salida del país ni se ha acreditado la vinculación operativa de Niss con esos adultos, algo que ella niega.

La hipótesis “Justin” requiere suponer una agresión y eliminación de restos sin dejar rastro en los escenarios buscados, y salvar la coincidencia horaria del posicionamiento del teléfono con el propio recorrido de Justin hacia la estación. Aunque no la descarta del todo, fricciona con lo que sí se ha podido verificar y con el vacío de hallazgos en el castillo.

Preguntas abiertas que siguen pidiendo respuestas

  1. ¿Quiénes eran exactamente los tres adultos del coche rojo de matrícula francesa que aparecen en el vídeo y qué papel desempeñaron tras la estampida?

  2. ¿Por qué Caroline llamó a Niss —y no a Silvia o a su madre— justo antes del apagado del móvil? ¿Qué comunicación previa hubo esa madrugada?

  3. ¿Se auditaron de forma temprana y exhaustiva cámaras de gasolineras, estaciones y peajes en corredores de salida (AP-7) aquella mañana?

  4. ¿Se consolidó de manera documental la supuesta persecución en la zona hermética? Si no existió, ¿de dónde nace exactamente ese relato y por qué persistió?

 

Diez años después, el caso no se sostiene sobre una sola historia, sino sobre varios relatos principales que no encajan del todo entre sí. Lo que sí resiste al paso del tiempo es un nudo de hechos: coche rojo, Sabadell Sur ~06:00, última llamada a Niss y ausencia de Caroline en el reencuentro de Sants. Cualquier investigación que aspire a un desenlace deberá reconstruir minuto a minuto el tramo 05:00–06:30 alrededor de la estación de Sabadell Sur, identificar a los ocupantes del coche rojo del vídeo y re-entrevistar con metodología forense a los menores de entonces, hoy ya adultos, para resolver las contradicciones que el expediente arrastra desde su primera noche.

La actuación de los Mossos d’Esquadra ha recibido críticas severas por presuntas demoras iniciales, giros de hipótesis sin hallazgos materiales y lagunas documentales (como la supuesta persecución de esa madrugada). Esa cadena de decisiones ha alimentado la percepción pública de ineficacia e incluso de ineptitud operativa, porque cada hora perdida en 2015 fue evidencia potencial que ya no puede recuperarse. Hoy el estándar mínimo pasa por un re análisis técnico minuto a minuto (≈05:00–06:30), la identificación formal de los ocupantes del coche mencionado, la explotación integral de cámaras/peajes, y la reentrevista forense a todo el grupo —ya mayores de edad— con metodologías actuales.

Una explicación plausible —que sólo la instrucción podría confirmar— es que no se acumuló suficiente indicio jurídico para pasar de una mención en la cronología (última llamada y presencia esa noche) a una línea prioritaria de investigación centrada en Niss. En las primeras horas, la policía habría volcado recursos en otras hipótesis (huida hacia Can Feu/vertedero, identificación del “coche rojo” y sus ocupantes) y, al tratarse de menores de edad, la protección legal y los umbrales probatorios para medidas intrusivas (accesos completos a terminales, seguimientos, detenciones) son más altos. A ello se suman demoras iniciales que pudieron degradar pruebas digitales (cámaras, geodatos, mensajes), versiones contradictorias del grupo que dispersaron el foco, y la falta de elementos objetivos que vincularan a Niss con un delito más allá de sospechas o señalamientos en redes. En ese contexto, sin indicios racionales de criminalidad suficientes, ni una imputación formal, la investigación pudo mantenerla como testigo relevante y no como investigada principal, dejando abierta la necesidad de reentrevistarla con metodología forense hoy —ya en mayoría de edad— si aparecen nuevos datos.

Sinceramente en mi opinión, Niss tiene responsabilidad. Hay gente allí que sabe más del hecho y no hablaron. Sus amigas la vendieron y quizá Niss la vendió a una red de trata de blancas. ¿Silvia también tiene responsabilidad? Quizá. Ella le mintió a la madre de Caroline. ¡Caroline no fue a casa de Silvia! Este caso da rabia, indigna. Los juzgados y la policía no han hecho un buen trabajo.




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