Un accidente aéreo hace dos meses en Maiquetía expuso una red de influencias tejida por el empresario panameño Ramón Carretero Napolitano -uno de los sobrevivientes del avión siniestrado- que involucra a las cúpulas de los regímenes de Cuba y Venezuela. La bitácora de la aeronave muestra numerosos vuelos entre el istmo, Caracas y La Habana, y que en algunos de ellos viajó un nieto de Raúl Castro. Y hasta un empleado suyo fue nombrado embajador de Panamá ante el castrismo.
El pasado 24 de septiembre, a las 12:52 pm, un avión Learjet 55, identificado con la matrícula venezolana YV3440, se precipitó y estalló en llamas cuando intentaba despegar desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a Caracas. En el siniestro murieron dos personas, los tripulantes, pero los dos pasajeros sobrevivieron.
“Se activaron los protocolos de búsqueda y salvamento, logrando el rescate con vida de dos pasajeros, quienes inmediatamente recibieron la atención médica, encontrándose en condiciones estables”, se informó en un escueto comunicado que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) difundió a través de las redes sociales horas después del accidente.
Apenas ocurrida la tragedia, tanto el humo como el hermetismo de las autoridades venezolanas envolvieron la aeronave, de cuyas circunstancias y ocupantes apenas se ofrecieron detalles.
El INAC no mencionó ni la identidad de los fallecidos, ni que uno de los sobrevivientes fue Ramón Carretero Napolitano, empresario panameño, cercano a la familia presidencial venezolana y gran contratista del régimen de Nicolás Maduro con compañías como Landscape Vision Corp (Lanvicorp) y Corporación Logística del Caribe, en las que ha compartido sociedad con sus hermanos Vicente y Roberto.
Desde 2013, cuando Maduro se aseguró el poder tras la muerte de Hugo Chávez, las empresas de Carretero Napolitano acumularon rápidamente contratos públicos por casi 800 millones de dólares para la construcción de gimnasios, un estadio de béisbol en Caracas -hoy conocido como el Estadio Monumental Simón Bolívar-, un centro de convenciones, así como el suministro de juguetes, electrodomésticos o neumáticos, como lo documentó una anterior investigación de esta alianza periodística, que conforman Armando.info, el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Transparencia Venezuela en el Exilio y el diario La Prensa de Panamá.
Varios de esos contratos para la construcción de obras civiles fueron otorgados entre 2013 y 2015 por la Fundación Pro-Patria 2000, entonces dirigida por Carlos Erick Malpica Flores y Walter Jacob Gavidia Flores, sobrino e hijo, respectivamente, de Cilia Flores, la primera dama venezolana o primera combatiente en la jerga oficial. En ese esquema, el empresario panameño giraba millones de dólares en favor de Juan Carlos López Tovar, pareja de Iriamni Malpica Flores, otra sobrina de Cilia Flores.
El desastre del YV3440 y el consiguiente secretismo de las autoridades no sólo confirmaron el estratégico rol que juega Carretero Napolitano para Nicolás Maduro, sino que también permiten rastrear las huellas de otra ruta paralela a la de sus negocios con el chavismo: la de sus nexos con jerarcas del castrismo cubano.
La bitácora del YV3440 dibuja un triángulo donde los regímenes de Cuba y Venezuela, junto con Ramón Carretero Napolitano, desde Panamá, son los vértices. Nuevos documentos obtenidos por esta alianza periodística revelan que la aeronave siniestrada era una de las que Carretero Napolitano utilizaba con más frecuencia en sus habituales viajes ya no sólo hacia Caracas, sino también con destino a La Habana, ciudades ambas en las que opera la ya mencionada Corporación Logística del Caribe.
Los papeles obtenidos para esta historia ratifican, además, las estrechas relaciones compartidas por Carretero Napolitano no solo con el régimen de Caracas, sino con la nomenklatura de la dictadura cubana: Raúl Guillermo Rodríguez Castro, nieto del comandante Raúl Castro Ruz -hermano de Fidel y su heredero en el poder-, ha sido otro de los pasajeros frecuentes de la aeronave accidentada. Por si fuera poco, en 2024 un empleado de Carretero Napolitano, que previamente atendió entre 2017 y 2019 los negocios en Caracas del empresario, fue designado como embajador de Panamá en Cuba, a propuesta del presidente José Raúl Mulino. Cerrado el triángulo.

Un avión, dos destinos
Los movimientos migratorios de Ramón Carretero Napolitano muestran que el empresario panameño a menudo volaba, al menos desde el año 2021, en el Learjet 55 que a la postre se estrellaría en Maiquetía. En 2023 usó el mismo jet hasta 18 veces para trasladarse a Venezuela y Cuba, según consta en sus movimientos migratorios.
Quien también volaba en el mismo avión, pero el 30 de octubre de 2023, casi dos años antes del siniestro en Venezuela, era Raúl Guillermo Rodríguez Castro, el nieto de Raúl Castro a quien se le conoce en la isla como El Cangrejo. Entonces hizo el trayecto desde Cuba a Panamá. Al día siguiente, el 31 de octubre de 2023, regresó en la misma aeronave con siglas venezolanas a La Habana, de acuerdo a los documentos migratorios obtenidos para este reportaje.
Rodríguez Castro, de 41 años de edad y con grado de coronel, fue jefe de escoltas de Raúl Castro. En los últimos años, mientras se hacían públicos los privilegios y lujos con los que vive, el nieto del comandante revolucionario acumulaba decenas de visitas en vuelos privados a Panamá, algunas de ellas en fechas importantes para la vida política panameña.
Por ejemplo, el 1 de mayo de 2024, apenas cuatro días antes de que se celebraran las de las elecciones presidenciales de las que Mulino surgiría como ganador, El Cangrejo aterrizó en suelo panameño a bordo de otro avión con una matrícula, YV654T, y una tripulación de tres pilotos, de origen venezolano. Del viaje no quedaron registros migratorios en Panamá pero sí el manifiesto de vuelo, al que se tuvo acceso en esta investigación. Ese mismo avión con matrícula venezolana ha sido utilizado por Miguel Díaz-Canel en viajes oficiales como jefe de Estado cubano.
En ese viaje a Panamá antes de los comicios, Rodríguez Castro estuvo acompañado por la general de brigada Ania Guillermina Lastres Morera, quien es diputada y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). La militar sucedió en la presidencia del poderoso Grupo de Administración Empresarial, S.A. (Gaesa), al general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, padre de Raúl Guillermo, tras la muerte de aquel en 2022.
Gaesa, una suerte de holding de negocios controlado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FARC), experimentó su mayor auge con Raúl Castro en el poder. Aunque Castro Ruz se retiró de manera oficial de la presidencia de Cuba en 2018, sigue siendo el poder detrás del trono que hoy ocupa Miguel Díaz-Canel.
Otro vuelo llamativo de Rodríguez Castro a Panamá ocurrió el 1 de julio de 2024, fecha en la que tomó posesión el actual presidente Mulino. Se desconoce si el cubano asistió a la ceremonia de inauguración del gobierno o a eventos relacionados, pero volvió pronto a Cuba, el 3 de julio, según sus registros de ingresos y salidas de Panamá.
El YV3440 no es el único avión que ha transportado tanto a Ramón Carretero Napolitano como al nieto de Raúl Castro. Ambos han sido pasajeros de la aeronave con matrícula panameña HP-715, modelo Hawker 800XP. El empresario panameño usó el aparato al menos 51 veces para sus traslados desde Panamá hacia Caracas y La Habana entre 2020 y enero del año pasado, de acuerdo con los registros obtenidos para esta investigación.
Por su parte, Rodríguez Castro viajó en el HP-715 hasta en 15 oportunidades para sus trayectos a Ciudad de Panamá desde Cuba, entre el 22 de agosto de 2024 y el pasado 7 de julio. Los viajes más recientes para ese mismo trayecto Rodríguez Castro los ha realizado entre mayo y septiembre de este año, pero a bordo del T7-77PR, una aeronave Dassault Falcon 900EX registrada en el pequeño estado europeo de San Marino.
Páginas electrónicas dedicadas al rastreo de vuelos, como FlightRadar24, muestran que el avión HP-715 voló el pasado 10 de noviembre desde Caracas a Panamá y que, cuatro días después, el 14 de noviembre, retornó a la capital venezolana. Sin embargo, al cierre de esta entrega no se había podido confirmar los nombres de los pasajeros.
Esta coincidencia en el uso de aeronaves entre Ramón Carretero Napolitano y el nieto de Raúl Castro no es el único vínculo del empresario panameño con Cuba.
Las relaciones cercanas de Carretero con los jerarcas castristas, quienes lo avalaron para ganarse la confianza de Maduro, se volvieron a poner en evidencia en noviembre de 2024, cuando Edwin Abel Pitty Madrid fue nombrado como embajador de Panamá en La Habana.
Pitty Madrid es un abogado mercantil sin trayectoria diplomática, pero con un historial como empleado leal del Grupo Carretero, tal como él mismo destaca en su perfil profesional en Linkedin.
Cuando se contactó a Marcela Arauz, apoderada legal de Ramón Carretero Napolitano, declinó la petición de entrevista formulada por los reporteros para esta historia. Aprovechó la ocasión, en cambio, para informar que su representado radicó una querella en Panamá contra Armando.Info. “Todo lo que tenga que ver con el señor Carretero deberá ser solventado entre los abogados o mediante el Ministerio Público”, respondió vía Whatsapp.

El embajador del Grupo Carretero
El 18 de noviembre de 2024, la Cancillería cubana informó que Edwin Pitty había entregado sus cartas credenciales a la Vicecanciller de la isla. Dos días después, el 20 de noviembre, lo hizo ante Miguel Díaz-Canel, según informó la propia embajada de Panamá en la capital cubana y reseñaron medios de comunicación panameños.
Hasta ese momento, su trayectoria había estado ligada a los Carretero Napolitano. Más allá de la propia referencia de Pitty Madrid en su perfil profesional como “director comercial” del Grupo Carretero, aún hoy su nombre aparece a cargo de distintas posiciones en varias de las sociedades que controla la familia de empresarios.
Uno de los roles más destacados lo cumplió, precisamente, en Corporación Logística del Caribe, una de las empresas con las que Ramón Carretero Napolitano obtuvo contratos millonarios del régimen chavista, y que cuenta con registro para sociedades mercantiles extranjeras en Cuba desde 1996, según revela la Gaceta Oficial cubana del 9 de diciembre de ese año. El ahora diplomático fue apoderado y una suerte de “embajador” de la compañía de Carretero Napolitano en Venezuela, de acuerdo con los documentos del registro mercantil panameño.
El 12 de octubre de 2017, Corporación Logística del Caribe celebró una asamblea extraordinaria de accionistas en la que se designó a Edwin Pitty Madrid como “apoderado” de la compañía en Venezuela. Entre las funciones que le encomendaron estaban las de “abrir, movilizar y cerrar cuentas corrientes y/o depósitos”, retirar “los fondos que la compañía tuviere depositados en bancos, institutos de créditos, casas de comercio de la República Bolivariana de Venezuela”, así como representar a la empresa ante la estatal Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex), tal y como quedó asentado en el expediente mercantil de la compañía.
Fue entre 2017 y 2018 cuando la estatal Corpovex asignó, precisamente a la Corporación Logística del Caribe de Carretero Napolitano, tres contratos para el suministro de electrodomésticos, juguetes y neumáticos que sumaron poco más de ocho millones de dólares, por un lado, y 17,3 millones de euros, por otra parte, según documentos internos de la propia Corpovex, el holding creado por Maduro para dirigir las importaciones públicas.
Además, en ese año de 2017, Corpovex entregó a Lanvicorp, la otra compañía de los Carretero Napolitano previamente favorecida por la Fundación Pro-Patria 2000, un contrato por 37,6 millones de dólares para la “adquisición de equipos tecnológicos” destinados a la implementación en Venezuela del llamado Carnet de la Patria. Pocos días antes, el 9 de diciembre de 2016, Lanvicorp había firmado otro acuerdo con Corpovex por 4,5 millones de dólares para la “adquisición de juguetes”.
Pitty Madrid estuvo representándolos varias veces en Caracas por esa época. Sus movimientos migratorios revelan que, entre noviembre de 2017 -un mes después de quedar como apoderado para representar a Corporación Logística del Caribe- y septiembre de 2019, realizó por lo menos ocho viajes desde Ciudad de Panamá hasta la capital venezolana.
Edwin Pitty Madrid también ha estado vinculado a Corporación Logística Zona Libre de Colón, creada en enero de 2019, en la que otro miembro del Grupo Carretero, Ramón Carretero Marciaq, fungió como presidente y director. Algunas empresas de los Carretero Napolitano en las que Pitty Madrid ha sido su agente residente o directivo son: Carretero International Corp, Grupo Enzo Corp, Lote Clayton Embassy Inc, Aqua Vita Corp y G.W. America Corp, entre otras. Allí la dirección de oficina de Pitty Madrid es el edificio Rali, donde los Carretero Napolitano tienen la sede principal de Bicicletas Rali, el negocio original y marca por la que son más conocidos en Panamá.
En la empresa Parques Lefevre el ahora embajador panameño llegó a coincidir con Juan Carlos López Tovar, el sobrino político de Cilia Flores que recibió pagos de las compañías de Carretero Napolitano.
Además, Pitty Madrid ha sido agente residente de, al menos, nueve empresas con objeto social amplio en las que junto a él ha figurado como directivo Félix Rafael Falabella Napolitano, primo de Ramón Carretero Napolitano y quien también fue socio director en la Lanvicorp de Caracas, según refleja el Registro Nacional de Contratistas (RNC). Falabella Napolitano es también contratista del Estado panameño. En Panamá, el agente residente es el abogado o la firma legal que constituye la sociedad y actúa como su representante formal ante las autoridades.
El rastro de Pitty Madrid también conduce al avión privado HP-715, usado decenas de veces por Carretero Napolitano y Rodríguez Castro. La aeronave fue adquirida en marzo de 2021 por la sociedad panameña Aircraft Solutions Corp, donde el ahora embajador de Panamá en Cuba se desempeñaba como agente residente, de acuerdo a las actas oficiales consultadas por esta alianza. Hubo otra particularidad en esa transacción: tanto la empresa compradora como la firma vendedora, Fuente Holdings SA (Belice), tenían el mismo presidente: Luis Carlos Zambrano.
Ni la embajada panameña en La Habana, ni Pitty Madrid, contestaron las peticiones de entrevista formuladas por correo electrónico para este reportaje.
Con un alfil como representante diplomático ante el gobierno cubano, el empresario panameño completó su particular eje de acción e influencia entre Caracas y La Habana. Pese a los rumores sobre su estado de salud tras el accidente del 24 de septiembre pasado, Carretero Napolitano sigue con sus negocios en Caracas. El hermetismo del régimen chavista tras el accidente aéreo de septiembre reciente despertó especulaciones que, en algunos casos, se hicieron públicas y apenas se despejaron por parte de medios e individuos de credenciales diversas, como Marshall Billingslea, ex subsecretario de financiación del terrorismo del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en el primer gobierno de Donald Trump. “¿Quién está detrás de este accidente?”, se preguntó Billingslea sin ahorrarse ironías en la red social X, antes Twitter. En su publicación se respondía a sí mismo, sugiriendo los nombres de Diosdado Cabello y Delcy Rodríguez, o hasta una simple “falla mecánica”, como causantes del siniestro.


