En un entramado que revela ambiciosos planes y gestiones de alto nivel, las grabaciones recopiladas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han sacado a la luz nueva información sobre los negocios que el exasesor Koldo García, en connivencia con su jefe, el exministro José Luis Ábalos, quisieron impulsar. Entre estos negocios, se desvelan los planes de Koldo para favorecer un contrato con una petrolera venezolana, vinculada a contactos de Juan Guaidó, según explica Prensa América.

Juan Guaidó (Ilustración)

El exasesor ministerial le propuso al entonces ministro de Transportes negociar con la empresa Syeco, una compañía que tiene su sede y está establecida en Estados Unidos y que cuenta con vínculos con el dirigente de la oposición venezolana. El plan, según las grabaciones, buscaba asegurar una comisión de 500.000 euros mensuales durante tres años. La petrolera venezolana en cuestión se encuentra supervisada por Estados Unidos, dado que el control le había sido retirado a la administración de Nicolás Maduro y fue puesto en manos de gente de Guaidó. En esta operación, un individuo identificado como «Gonzalo» actuaba como intermediario. Koldo le aseguró a Ábalos que las empresas petrolíferas funcionan de esta manera, y que gracias a la mediación del exministro, se esperaba un beneficio de «media al mes durante tres años».

Koldo García (Ilustración)

Koldo García destacó ante Ábalos el agradecimiento de los contactos venezolanos, afirmando que Guaidó estaba «sumamente agradecido» porque el entonces ministro se estaba «esforzando y haciendo todo lo demás». Según Koldo, al haberles recibido, Ábalos les había dado «pie para que puedan ser reconocidos en el gobierno de España», y pensaban que Ábalos lo había hecho todo. Ábalos, por su parte, consultó con interés sobre el beneficio personal: «¿Estamos hablando de 500.000 euros al mes?», a lo que Koldo respondió afirmativamente.

En este contexto de negocios, Koldo García instó a Ábalos a una gestión de índole política de alto nivel. Le pidió al entonces ministro que facilitara una conversación entre Juan Guaidó y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. El objetivo principal de este contacto era doble: por un lado, Guaidó deseaba expresar su agradecimiento por el apoyo recibido. Por otro, buscaba abordar la crítica y urgente situación de los aproximadamente 200.000 españoles residentes en Venezuela, quienes, según Koldo, se encontraban «totalmente tirados» y con las mismas necesidades que los ciudadanos venezolanos. Se esperaba que esta conversación explorara qué tipo de ayuda podía enviar España para estos 200.000 españoles.

Ante esta propuesta, el entonces ministro Ábalos reaccionó con un notorio escepticismo, según las grabaciones. El exministro rebajó las expectativas de su compañero con una expresión que denotaba incredulidad: «Tío, como…Te haces unas pajas mentales». A pesar de la reacción de Ábalos, Koldo continuó insistiendo en la viabilidad del negocio petrolero con Venezuela.

Tejiendo la red: Influencia, pagos y la operación de la trama

José Luis Ábalos (Ilustración)

El entramado de corrupción que involucra al exasesor Koldo García y al exministro José Luis Ábalos se extiende más allá de los negocios venezolanos, revelando una red compleja de influencia y pagos. Las grabaciones recopiladas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han desvelado cómo Koldo y Ábalos buscaron impulsar diversos negocios junto a la trama vinculada con el empresario Víctor de Aldama y sus socios.

Según los informes de la UCO, la «necesaria participación» de varios cargos de empresas ligadas al Ministerio de Transportes fue crucial para que Koldo, Ábalos y Santos Cerdán pudieran gestionar adjudicaciones «a dedo». Gracias a esta red de contactos estratégicamente ubicados en empresas, el exministro socialista y su mano derecha lograron presuntamente lucrarse con «mordidas» que superan los miles de euros. Los investigadores atribuyen al diputado del grupo mixto (refiriéndose a Ábalos) contraprestaciones económicas que exceden el millón de euros, de los cuales, al menos 620.000 euros habrían sido cobrados.

Aunque la UCO no atribuye a Santos Cerdán el cobro directo de estos pagos, sí le confieren un «papel principal» en el «reparto de mordidas». Las conversaciones presentes en el informe de la Guardia Civil muestran a Cerdán gestionando estos presuntos pagos con el exasesor ministerial. Los audios revelan el «control de Santos Cerdán sobre estas operaciones» y la «estrecha relación» que mantenía con Koldo y Ábalos. Esta relación le habría permitido ejercer una notable influencia en las adjudicaciones de obra pública, incluso después de que Koldo y Ábalos ya no estuvieran en el Ministerio. Un ejemplo de esta influencia se manifiesta en conversaciones donde Koldo y Ábalos hablan sobre «presuntas mordidas en la obra del Puente del Centenario de Sevilla». Koldo llegó a mencionar que Santos Cerdán estaba «obsesionado con lo de Sevilla, con el puente,» e incluso afirmó que «se está jugando la vida» por ello, dada la «presión que está ejerciendo».

Además, en el marco de estas operaciones, se hizo evidente la necesidad de la mediación de otras figuras relevantes. En una de las conversaciones, Koldo aborda con Ábalos otros asuntos que la «banda del Peugeot» (en referencia al círculo cercano del exministro) debía gestionar con otros cargos de Transportes. El objetivo era cubrir ciertos gastos del empresario Víctor de Aldama, para lo cual se requería la intervención de Isabel Pardo de Vera y Javier Herrero.

En el contexto de estas comisiones ilegales y la presión ejercida en las adjudicaciones, una conversación entre Koldo y Ábalos también introduce un elemento enigmático: el «tema de Marruecos». Koldo añade una frase que sugiere una operación más amplia y discreta: «que eso sale, y aquí nadie dice nada».  Según Koldo, Cerdán se estaba «jugando la vida» debido a la presión que estaba ejerciendo, insinuando que podría arriesgar su «puesto» o incluso «la luna» por ello. Esta mención apunta a que la trama también operaba con el norte de África, sugiriendo una red de influencia y negocios con ramificaciones internacionales que se mantenían en secreto.

Regalos y fines de semana ‘discretos’: El entramado personal de Koldo

Koldo García (Ilustración)

Más allá de los grandes negocios y las adjudicaciones, la trama que rodea a Koldo García se adentra en aspectos de la vida personal y los beneficios obtenidos por el exasesor. Un audio, analizado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ha desvelado que Koldo le ofreció mujeres a su entonces jefe, José Luis Ábalos, para pasar fines de semana que ambos calificaron de «discretos» y «bien acompañados».

En la grabación, Koldo se refiere a estas mujeres como «cariñosas» y organiza un fin de semana junto a Ábalos en función de las que querían ver y que se «repartieron» para poder cambiar y «conocer» otras. El asistente del exministro le indicó que tenía «preparada una» y mencionó específicamente a «la Ariadna, que está bien, está recién, está perfecta». También hizo referencia a «la colombiana nueva». Durante la conversación, se discuten opciones de desplazamiento y alojamiento para estos días, con Ábalos preguntando sobre la procedencia de las mujeres: «Si vinieran de Córdoba es nada, ese trocito, pero si vienen estas, claro, hay que buscar un sitio».

El intercambio de nombres y preferencias continúa, con Koldo mencionando a «la Ainara», pero Ábalos le corrige, demostrando conocer a la mujer: «A la Ariadna, que está bien, que está recién, está perfecta». Ábalos también le recuerda a Koldo sobre «la colombiana. Y a la otra», a lo que el chófer del entonces ministro añade: «A la otra también». Aunque Koldo desliza que a Ábalos le «gusta más Ariadna», el exministro, quien también fue secretario de Organización del PSOE, comenta sobre otra mujer: «No sé, la Carlota se enrolla que te cagas». La indecisión se resuelve con Koldo zanjando la elección: «Pues la que tú quieras. O Ariadna y Carlota, y a tomar por culo», a lo que Ábalos responde: «No, era por conocer». Las conversaciones mostraban claramente cómo se «repartían» a las «cariñosas» y cómo la indecisión marcaba varios momentos de la elección.

Este panorama de beneficios personales se complementa con las «Confesiones de Koldo», donde el exasesor presumía ante Santos Cerdán de haber recibido obsequios de las empresas de la trama a cambio de su ayuda. Koldo afirmó haber ayudado a «cuarenta y siete empresas» y, en reciprocidad, haber recibido «gulas, champán, vino, un jamón». Reconoció haber recibido «regalos de ellos», sugiriendo una «organización criminal de buen comer». En estas mismas conversaciones, Koldo mencionó a figuras como María, la Directora General de la Guardia Civil, y Félix, de quien se «habla».




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