El brutal asesinato de los adolescentes Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14) ha sacudido a la comunidad de Florencio Varela. Lo que al principio parecía un simple crimen pasional o un asalto, ha tomado un rumbo inesperado con revelaciones escalofriantes que apuntan directamente a la familia de Paloma. En el centro de las sospechas se encuentra su padre, Omar Gallardo, un hombre que, según testigos, controlaba estrictamente la vida de su hija y desaprobaba su relación con Josué.
El Descubrimiento de los Cuerpos y las Primeras Hipótesis
Los cuerpos de los adolescentes fueron hallados en un descampado cercano al puente de Bosques el 2 de febrero de 2025, tras haber sido reportados como desaparecidos el 30 de enero. La autopsia reveló que ambos murieron por traumatismos severos en la cabeza, provocados por golpes con piedras.
En un principio, la teoría predominante era la de un robo, ya que los objetos personales de las víctimas, incluidos los teléfonos y una bandolera con dinero que llevaba Josué, desaparecieron. Sin embargo, a medida que avanzó la investigación, aparecieron indicios de que el asesinato podría estar relacionado con motivos personales y religiosos.
Testimonios que Cambian el Rumbo de la Investigación
Uno de los giros más impactantes del caso llegó con la declaración de Santiago Gallardo, hermano de Paloma. Según su testimonio, pasó en bicicleta cerca del lugar del crimen minutos antes del asesinato y vio a los jóvenes tomados de la mano. Al verlo, Paloma se soltó rápidamente, lo que refuerza la hipótesis de que ocultaban su relación por miedo a su padre.
Además, una testigo clave, identificada como «María», afirmó que Paloma temía profundamente a su padre y que en múltiples ocasiones le confesó que no podía mantener ninguna relación sentimental sin su aprobación. «Ella sabía que si su padre se enteraba, las consecuencias serían graves», aseguró María.
El Padre de Paloma: ¿Protector o Principal Sospechoso?
La actitud de Omar Gallardo ha generado una creciente controversia. En lugar de centrarse en encontrar justicia para su hija, se ha reportado que ha estado presionando a testigos y tratando de desacreditar las declaraciones en su contra. Incluso se le vio tomando fotografías de personas que participaban en marchas pidiendo justicia para las víctimas, lo que despertó sospechas sobre sus verdaderas intenciones.
Otro dato alarmante es que el celular de Paloma estaba siendo monitoreado a través de un GPS por sus padres, lo que sugiere un control extremo sobre su vida. A esto se suma la reciente citación judicial del padre, el hermano y el tío de Paloma, quienes podrían estar implicados directa o indirectamente en el crimen.
Un Giro Inesperado: Detención en Río Negro
Mientras las sospechas sobre la familia Gallardo crecen, un nuevo actor entró en escena: Gonzalo López, un comerciante de 36 años detenido en Río Negro tras detectarse la activación del celular de Josué en su domicilio. López alega haber comprado el teléfono meses atrás, pero las autoridades están analizando el IMEI del dispositivo para confirmar si pertenece a la víctima.
Conclusión: Un Caso con Más Preguntas que Respuestas
El asesinato de Paloma y Josué sigue siendo un misterio sin resolver. Mientras las pruebas se acumulan y las declaraciones revelan un entorno de control y miedo en la familia Gallardo, la justicia enfrenta el desafío de esclarecer el caso.
¿Fue un crimen motivado por razones religiosas y familiares? ¿Omar Gallardo está tratando de encubrir algo? ¿Podría haber más personas involucradas?
La comunidad de Florencio Varela sigue exigiendo respuestas, y la investigación aún está lejos de concluir.