Por Pilar Martínez
Rafael Ramírez Carreño, otrora poderoso ministro de petróleo de Venezuela durante la era Chávez, se ha convertido en el inesperado punto de encuentro entre exdirigentes de la oposición venezolana y figuras del chavismo que han roto con Nicolás Maduro. La sombra de Ramírez se extiende sobre un complejo entramado de acusaciones de corrupción, traiciones políticas y estrategias en las que el exministro parecería jugar un papel central, según fuentes próximas a la situación.
Ramírez, quien se desempeñó como ministro de Petróleo y Minería entre 2002 y 2014, además de Presidente de Pdvsa (2004-2014) y posteriormente como embajador de Venezuela ante la ONU (2014-2017), estaría moviendo los hilos tras bambalinas, financiando y asesorando tanto a figuras de la oposición como a antiguos aliados chavistas que ahora se le oponen a Maduro. Se dice que controla gran parte de las acciones del abogado Jesús Hernández Sarmiento, líder del bufete HE Legal, con sede en la Torre JWM de Caracas, el mismo edificio donde Fernando Bermúdez Ramos, empresario venezolano prófugo en España desde marzo de 2023, tenía oficinas.
Bermúdez, quien enfrenta una orden de captura por su implicación en la trama de corrupción Pdvsa-Cripto, se dedicaba al negocio de bingos y casinos antes de convertirse en contratista del Estado venezolano, proveyendo alimentos destinados a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Documentos recientes revelan que, en algunos casos, las empresas de Bermúdez cobraron por alimentos que nunca fueron entregados. Se rumorea que la misma oficina que hoy ocupa el bufete de Hernández Sarmiento albergó en el pasado una sala de apuestas propiedad de Bermúdez.
De fiscal del Ministerio Público venezolano a abogado de la trama

La figura de Jesús Hernández Sarmiento, abogado de Bermúdez, añade un manto de controversia a esta historia. Hernández, cuyo nombre anterior era Daniel Medina Sarmiento, fue fiscal del Ministerio Público venezolano y estuvo a cargo de casos de alto perfil, como el de la jueza María Lourdes Afiuni, acusada de liberar irregularmente al banquero Eligio Cedeño.
Fuentes cercanas a la situación afirman que Rafael Ramírez se convirtió en testigo protegido del Departamento de Justicia de Estados Unidos y confidente de la CIA. Supuestamente, Ramírez habría filtrado información valiosa a las autoridades estadounidenses, no solo sobre la industria petrolera venezolana, sino también sobre activos en el extranjero y otros datos confidenciales obtenidos durante su estrecha colaboración con Hugo Chávez y su posterior trabajo con Nicolás Maduro.
Se cree que fue Hernández quien recomendó a Fernando Bermúdez contratar al abogado de origen brasileño Nielson Maycon de Sousa Vilela para que lo representara en España en diversos asuntos legales, incluyendo demandas contra terceros. De Sousa Vilela, conocido bajo el apodo de "El Abogado del Diablo", se especializa en asesoría migratoria, defensa en extradiciones y casos penales, representando en distintas ocasiones a extranjeros acusados de corrupción, lavado de dinero, narcotráfico, entre otros delitos.
Legitimación de capitales
Más allá de la defensa legal, se sospecha que venezolanos implicados en casos de corrupción recurren a De Sousa Vilela para crear estructuras que les permitan "blanquear" en España el dinero obtenido ilícitamente en Venezuela. Estas estructuras incluirían el uso de empresas inmobiliarias.
La lista de clientes de De Sousa Vilela es un catálogo de figuras controvertidas. Entre ellos se encuentran: Rafael Reiter Muñoz, exjefe de seguridad de PDVSA, acusado de soborno y lavado de dinero; Hugo "El Pollo" Carvajal, exjefe de Contrainteligencia Militar durante el gobierno de Chávez, extraditado a Estados Unidos por narcotráfico; y Luis Fernando Vuteff, empresario argentino yerno del exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, quien se declaró culpable de participar en un esquema de lavado de dinero vinculado a PDVSA.
Fuentes conocedoras del tema afirman que la defensa que De Sousa ha realizado de estos individuos, se debe a órdenes o sugerencias de Rafael Ramírez. Se especula que Ramírez se ha ofrecido como intermediario para negociar acuerdos de colaboración entre sus "asesorados" y las autoridades estadounidenses.
Ramírez: ¿Financista de la oposición y titiritero de González Urrutia?

Las mismas fuentes señalan a Ramírez como uno de los financistas de Edmundo González Urrutia, el excandidato presidencial que se enfrentó a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio de 2024. La oposición desconoce el triunfo de Maduro, proclamado por el Consejo Nacional Electoral, y atribuye la victoria a González Urrutia, cuya candidatura fue impulsada principalmente por la dirigente opositora María Corina Machado, inhabilitada políticamente. Se afirma que Ramírez también ha patrocinado las actividades de Machado y de otros líderes opositores como Antonio Ledezma, mientras que Bermúdez también patrocinaría a González Urrutia y Machado.

De esta manera, Ramírez, a pesar de su pasado chavista, se habría convertido en una especie de estratega en la sombra detrás de ciertas acciones políticas de la oposición venezolana.
El exdiputado opositor Conrado Pérez, quien investigó casos de corrupción como miembro de una comisión especial del Parlamento venezolano, incluyendo aquellos en los que está implicado Fernando Bermúdez, y el abogado Jesús Hernández Sarmiento, quien ha asesorado a Bermúdez en Venezuela para diversos fines comerciales y judiciales, han enviado a abogados en España documentos que prueban la vinculación de Bermúdez con casos de corrupción en Venezuela.
Las evidencias presentadas por Pérez y Hernández exponen ahora a Bermúdez a consecuencias legales en España y Estados Unidos. Esto contrasta con la defensa a ultranza que el exfiscal Hernández hizo de Bermúdez en el pasado, movilizando influencias en el sistema judicial venezolano a su favor.
Federica: La misteriosa mujer en la trama de Bermúdez

Un aspecto que merece especial atención es la relación de Fernando Bermúdez con una mujer llamada Federica. Fuentes cercanas al empresario afirman que Federica juega un papel importante en diversos asuntos financieros de Bermúdez, en los que este actuaría como intermediario. Además de su rol en los negocios, se rumorea que Federica y Bermúdez habrían entablado una relación sentimental que el empresario mantendría de manera discreta, lejos de la mirada de su esposa.
Esta compleja red de relaciones, que entrelaza a figuras del chavismo y la oposición, se desarrolla en medio de acusaciones de corrupción, traiciones políticas y estrategias en la sombra. Rafael Ramírez, el exministro que se convirtió en testigo protegido y confidente de la CIA, parece ser el eje alrededor del cual giran las acciones de abogados, empresarios y políticos implicados en esta trama que sigue generando interrogantes y polémica en Venezuela.