El 17 de mayo de 2024, el juez primero penal especializado del Circuito de Barranquilla emitió un fallo que dejó atónitos a muchos: la absolución de Álex Saab, empresario barranquillero y actual presidente del Centro de Inversiones Productivas de Venezuela.
Saab, quien acumuló una fortuna en Venezuela de la mano del gobierno chavista, se encontraba acusado de lavado de activos, estafa agravada y exportación ficticia. Sin embargo, el juez consideró que la Fiscalía colombiana no logró presentar pruebas convincentes para sustentar las acusaciones en su contra.
La Fiscalía colombiana, lejos de aceptar la decisión, decidió recurrir a la apelación, mostrando su determinación de impugnar la absolución. En su recurso, solicitó la revocación de la sentencia y la imposición de una condena a Saab por los delitos que se le imputan.
Un fallo que generó controversias: el juez, la Fiscalía y las pruebas
La Fiscalía colombiana fundamentó su apelación en la convicción de que el juez no había apreciado adecuadamente todas las pruebas presentadas durante el juicio, incluyendo algunos documentos que, a su juicio, demostraban la culpabilidad de Saab y su socio, Devis José Mendoza Lapeira.
En concreto, la Fiscalía cuestionó la decisión del juez respecto a la empresa Shatex S.A., acusada de realizar importaciones ficticias. El ente acusador sostiene que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) había emitido alertas sobre las actividades de la empresa, mientras que el juez afirmó que no existían tales alertas.
La Fiscalía también destacó que el juez había ignorado información crucial sobre el incumplimiento de los requisitos del Plan Vallejo por parte de Shatex entre 2007 y 2008, lo que, a su parecer, demostraba la naturaleza ficticia de las operaciones de la empresa.
Para la Fiscalía, la defensa de Saab logró convencer al juez de la inocencia del acusado, pero sus argumentos no convencieron al ente acusador.
El caso Saab: un largo camino por recorrer
La Fiscalía colombiana insiste en que el juez cometió errores al analizar las pruebas presentadas, lo que llevó a una absolución que, en su opinión, no se ajusta a la realidad.
La defensa de Saab, por su parte, argumentó que la empresa Shatex cumplió con las normas colombianas al reportar exportaciones e importaciones, y que la Fiscalía no pudo sustentar sus acusaciones en el estrado judicial.
El caso de Álex Saab sigue siendo un tema controvertido, con la Fiscalía colombiana decidida a revertir la absolución y demostrar la culpabilidad del empresario barranquillero. Mientras tanto, Saab permanece en libertad en Venezuela, a la espera del resultado de la apelación.
La Fiscalía colombiana basó sus acusaciones contra Álex Saab en una serie de pruebas que, según su interpretación, demostraban su participación en actividades ilícitas. Entre estas pruebas destacaba un informe de la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA), recibido por las autoridades colombianas en 2018. Este documento detallaba supuestas maniobras ilegales de los hermanos Alex y Amir Saab Morán, con la complicidad de Mendoza, afirmando que crearon empresas fachada para lavar activos mediante exportaciones e importaciones ficticias.
La Fiscalía también presentó estadísticas de Shatex que sugerían un crecimiento financiero inusual, destacando un aumento de 923% entre 2006 y 2007, lo cual generó sospechas de irregularidades financieras. Sin embargo, la defensa argumentó que estos incrementos eran consistentes con el comportamiento del mercado de importación y exportación de confecciones y que la Fiscalía no pudo sustentar sus acusaciones en el estrado judicial.
La Fiscalía, en su apelación, asegura que el juez no tuvo en cuenta estas pruebas, lo que considera un error grave que condujo a una absolución injustificada.
