Por Pilar Martínez

Luis Alfonso de Borbón, Duque de Anjou, se encuentra en el centro de una trama que parece sacada de una película de suspenso. Desde 2022, el noble español ha ocupado el cargo de consejero y «director ejecutivo de relaciones internacionales» para España y Portugal de Tayrona Hispania SL, una empresa presidida por el abogado colombiano Jaime Alfonso Ordóñez Arturo. La labor del Duque de Anjou, ha consistido en atraer inversores, una función que recuerda a la que desempeñó para su suegro, el banquero venezolano Víctor Vargas Irausquín.

 
Víctor Vargas Irausquín

Recordemos que el imperio financiero de Vargas se vino abajo, dejando un rastro de clientes arruinados, luego de que el Grupo BOD, que Vargas presidía, colapsara, arrastrando consigo a los bancos que controlaba en Curazao, Panamá, República Dominicana y Antigua y Barbuda. Luis Alfonso de Borbón, en aquel entonces, se habría dedicado a captar clientes para los bancos de su suegro.

Jaime Ordóñez Arturo

La sombra de la duda se cierne sobre esta nueva alianza, pues el historial de Ordóñez Arturo está lejos de ser impecable. Ordóñez es un letrado colombiano con un pasado oscuro en la industria cinematográfica de Hollywood, donde cosechó más fracasos que éxitos. A pesar de su turbio pasado en la meca del cine, Ordóñez se presenta como un exitoso financista de proyectos hoteleros a través de Tayrona Capital Financial Group, un supuesto «conglomerado multinacional» que dice poseer una cadena hotelera global llamada «Sagana Hotels», de la que poco se sabe. Resulta curioso que Sagana, más que por los hoteles de Ordóñez, es conocida por ser una ciudad en Kenia, África.

El Duque de Anjou, con su linaje y título nobiliario, parece ser la carnada perfecta para atraer inversores incautos, quienes, atraídos por el brillo de la nobleza, podrían terminar siendo víctimas de un espejismo financiero. ¿Repetirá el Duque el mismo patrón que con su suegro, atrayendo capitales a un barco que podría estar destinado a hundirse?

Un imperio de ilusiones: Las empresas fantasma de Ordóñez Arturo

El entramado empresarial de Jaime Alfonso Ordóñez Arturo se extiende como una telaraña por varios continentes. Su red de compañías abarca países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Colombia, Malta, Singapur y Luxemburgo. Sin embargo, una mirada más profunda revela una realidad inquietante: muchas de estas empresas parecen ser meros cascarones vacíos, sin actividad real ni sede física. Son, en esencia, compañías de papel, creadas para generar una falsa imagen de solvencia y atraer inversores. Ordóñez Arturo, al parecer, ha perfeccionado el arte de la ilusión corporativa, creando un castillo de naipes que podría derrumbarse en cualquier momento.

El colombiano ha establecido sociedades con empresarios destacados y figuras conocidas en sus respectivos países, como parte de la «sólida» estructura corporativa trasnacional que intenta mostrar a los inversores de su fondo de capital Tayrona. Un ejemplo de esta práctica se encuentra en el Principado de Mónaco, donde Ordóñez mantiene una asociación con la familia propietaria de Intermedia Real Estate, una agencia inmobiliaria de lujo, bajo el control de la familia Genovese, cuyo prestigio Ordóñez ha intentado asociar a su propio grupo, Tayrona Capital Group, descrito por Claudio Albert Genovese, accionista y administrador de Intermedia Real Estate, como «una administradora de fondos fiduciarios soberanos».

La pregunta que surge es si estas asociaciones son legítimas o simples fachadas para apropiarse del prestigio y la reputación de otros. La estrategia de Ordóñez Arturo recuerda a la de un camaleón, que cambia de color para mimetizarse con su entorno y, en este caso, para ocultar la fragilidad de su imperio empresarial.

Promesas incumplidas en Asia

La ambición de Jaime Ordóñez Arturo lo llevó hasta las tierras de Asia, donde, alrededor de 2018, estableció una oficina de Tayrona Capital Financial Group en Singapur. Desde allí, se dedicó a seducir a inversores con la promesa de jugosos retornos en proyectos en Singapur y países vecinos, como Malasia. Sin embargo, sus promesas dejaron un rastro de decepción e incumplimiento.

El 12 de julio de 2024, la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) asestó un duro golpe a la credibilidad de Ordóñez Arturo, al incluir a Tayrona Capital Financial Group en su lista de alertas para inversores. La MAS advirtió que Tayrona no es una entidad financiera autorizada o regulada en el país. Esta inclusión en la lista negra de la MAS es una mancha que difícilmente podrá borrar Ordóñez, y que pone en entredicho la supuesta solidez y confiabilidad de su grupo de inversiones.

En 2020, Tayrona Capital Financial Group había prometido invertir la astronómica suma de 323 millones de dólares, según reportes de medios asiáticos, para completar el proyecto Harbour City en el islote artificial de Melaka, en Malasia. Sin embargo, la inversión nunca se materializó, dejando a la firma constructora Hatten Land Limited con un proyecto incompleto y las manos vacías. Como parte del acuerdo, Tayrona también se había comprometido a comprar una participación del 99% en Gold Mart, filial de Hatten, por 60 millones de dólares. Otra promesa que se quedó en el aire, sumándose a la lista de fracasos de Ordóñez Arturo en el continente asiático.

Proyecto Harbour City en el islote artificial de Melaka, en Malasia.

Demandas y controversias: Un patrón que se repite

El historial de Jaime Ordóñez Arturo está plagado de litigios y controversias que se remontan a su época en Hollywood. En 2020, el comerciante de arte suizo Yves Bouvier demandó a Ordóñez y a dos socios por incumplir un acuerdo para comprar su puerto franco de Singapur, Le Freeport, por aproximadamente 60 millones de dólares. Según Bouvier, Ordóñez y sus asociados retrasaron repetidamente el pago y finalmente se negaron a cumplir con lo acordado, alegando falsamente que el puerto se encontraba en deterioro.

Le Freeport, Singapur.

Ordóñez figura como director de Tayrona Pacific Star, la empresa que supuestamente acordó comprar Le Freeport. También es director de Tayrona Capital Financial Group Pte., empresa que posee la mitad de Tayrona Pacific Star y que fue una de las demandadas en Singapur. Este entramado de empresas, lejos de ser una muestra de solidez, podría ser una estrategia para diluir responsabilidades y dificultar el reclamo de los acreedores.

Pero los problemas legales de Ordóñez no se limitan a Asia. Entre 2013 y 2016, el colombiano enfrentó demandas por parte de productoras de cine en California por incumplimientos de contrato. Una de esas demandas, interpuesta por la productora Indalo Tales (LLC) contra Tayrona Entertainment Group, LLC -productora de cine perteneciente a Jaime Ordóñez Arturo-, llegó incluso a los tribunales de Miami, donde se buscaba información sobre los contratos comerciales e inmobiliarios de Ordóñez en Florida. Antes de reinventarse como un magnate de las inversiones inmobiliarias, Ordóñez dejó un rastro de deudas y proyectos inconclusos en la meca del cine.

La productora cuenta con una marca registrada del mismo nombre en Florida.

De Hollywood a República Dominicana: La reinvención

Tayrona Entertainment Group Inc. es una firma registrada en Delaware, afamado paraíso fiscal estadounidense. La productora cuenta con una marca registrada del mismo nombre en Florida.

Las demandas y controversias parecen ser una constante en la trayectoria de Ordóñez Arturo, un patrón que se repite a lo largo de su carrera y que pone en tela de juicio su credibilidad como hombre de negocios.

De Hollywood a República Dominicana: La metamorfosis de Ordóñez

El año 2014 marcó un punto de inflexión en la carrera de Jaime Ordóñez Arturo. Ese año se estrenó «6 Days Dark», el último film conocido de «James Ordonez», como se hacía llamar en Hollywood. Este hecho coincide con su salida del mundo del cine y su incursión en el negocio de las inversiones inmobiliarias. ¿Fueron las demandas o el fracaso de sus películas lo que lo llevaron a abandonar la industria cinematográfica? La respuesta no está clara, pero lo cierto es que Ordóñez se reinventó, mutando de productor de cine a promotor de proyectos inmobiliarios a través de su fondo de capital, Tayrona Capital Financial Group. Es importante aclarar que el colombiano Jaime Ordóñez Arturo no debe ser confundido con el actor español Jaime Ordóñez.

Ese mismo año, 2014, el colombiano dictó un taller de cine titulado «Cómo se hace una película», en República Dominicana. Curiosamente, este es el mismo país donde ahora impulsa un ambicioso desarrollo inmobiliario denominado «Blu Terrenas», ubicado frente a Playa El Portillo, en el municipio de Las Terrenas, en la provincia de Samaná.

 

Proyecto Blu Terrenas en República Dominicana.

«Blu Terrenas» promete ser una pequeña y moderna ciudadela, con la capacidad de generar miles de empleos y transformar la región. El proyecto contempla la construcción de salas de cine 3D, un anfiteatro, mercado artesanal, estación de bomberos, centro comercial, iglesia, parque ecológico, centro polideportivo, clínica antienvejecimiento, spa, tienda por departamentos, centro de congresos y un centro de rehabilitación.

Este faraónico proyecto ha generado tanto esperanza como escepticismo entre los habitantes de Las Terrenas. En noviembre de 2023, “Blu Terrenas” recibió el permiso del Ministerio de Medio Ambiente dominicano, luego de enfrentar oposición por parte de ciudadanos que cuestionan el impacto ambiental que tendrá el proyecto. La reinvención de Ordóñez parece ser tan audaz como controversial.

Alarmas encendidas: Voces de alerta en la red

Más allá de los proyectos faraónicos y las promesas de prosperidad, una serie de comentarios en internet encienden las alarmas sobre Jaime Ordóñez Arturo y su Tayrona Capital Financial Group. En Glassdoor, un portal de Singapur que recoge reseñas de usuarios y exempleados de diferentes empresas, figuran dos comentarios en una ficha sobre «Tayrona Financial», que incorporan el logotipo de la compañía de Ordóñez. Un comentario de enero de 2021, de alguien que se identifica como exempleado de Tayrona, señala: «Salarios bajos, beneficios bajos, sin bonificaciones, sin estructura a nivel corporativo». Otro comentario, de julio de 2022, también de un exempleado, indica: «Esta empresa se dedica a estafar a clientes de todo el mundo para que inviertan en proyectos que no existen».

Estas voces de alerta se suman a otras que se pueden encontrar en scamion.com, un portal que recopila revisiones y alertas sobre estafas en diferentes lugares del mundo. El 28 de julio de 2020, un usuario anónimo comentó: «Como exempleado, advierto a todos los inversores que se mantengan alejados de James Ordonez y Tayrona Capital: no son confiables… ¡Repito, mantente alejado de ellos!».

Otro usuario, también de forma anónima, publicó el 20 de julio de 2020 una revisión aún más detallada e inquietante: «CUIDADO con realizar inversiones en esta empresa, nunca volverá a ver su dinero, incluido el 20 % de retorno de la inversión que le prometieron en el contrato. La persona detrás de esta estafa dice ser de la realeza española, pero en realidad es un ciudadano colombiano llamado Jaime Ordoñez Arturo, [también conocido como] Jaime Alfonso, James Ordonez, Sir James Ordonez, etc.».

Estos comentarios, que describen a Tayrona Capital Financial Group como una empresa que se dedica supuestamente a estafar a clientes, en ciertos casos con inversiones en proyectos inexistentes, generan serias dudas sobre la legitimidad de las operaciones de Ordóñez Arturo.

Acusaciones graves: La sombra de la estafa

El colombiano Jaime Alfonso Ordóñez y Luis Alfonso de Borbón.

Las acusaciones contra Jaime Ordóñez Arturo y su Tayrona Capital Financial Group, publicadas en scamion.com, van más allá de simples quejas de exempleados. Un usuario anónimo asegura en una reseña que Ordóñez se presenta como miembro de la realeza española, cuando en realidad es un ciudadano colombiano. Esta afirmación, que data de julio de 2020, es particularmente relevante, ya que en ese momento Ordóñez aún no se había asociado con Luis Alfonso de Borbón, Duque de Anjou. La asociación entre ambos se concretó en 2022. Cabe preguntarse entonces qué clase de trabajo ha estado haciendo Luis Alfonso de Borbón para Jaime Ordóñez Arturo y su fondo de capital Tayrona. ¿Se trata acaso de una reedición del trabajo que Luis Alfonso de Borbón hizo para su suegro el banquero Víctor Vargas y el Grupo BOD, capitaneado por Vargas?

Luis Alfonso de Borbón y otros directivos de Tayrona Capital en España, según el portal del fondo de capital.

La reseña en scamion.com también detalla las supuestas tácticas de Ordóñez para engañar a los inversores: «El Sr. Ordonez tiene amplios sitios web con fotos y videos de propiedades que no le pertenecen, pero afirma ser el único propietario y ofrece inversiones en estos lugares alrededor del mundo, como por ejemplo Fort Chambray en Malta, donde afirma haber vendido muchas villas a celebridades de Hollywood y personas de alto perfil, pero no es más que un espectáculo para atraer a personas incautas a comprar».

Según el mismo usuario, las inversiones captadas por Ordóñez son millonarias, y hay clientes que han invertido hasta 10 millones de dólares sin haber recibido ningún retorno. El modus operandi descrito es alarmante: «El señor Ordoñez logra convencer a la gente de que todo estará bien pronto, pero ese pronto nunca llega. Una de sus tácticas de último recurso es proporcionar a sus víctimas un ‘nuevo’ contrato más jugoso que promete el cielo y la tierra, pero una de las cláusulas dice que cualquier contrato anterior queda nulo y sin efecto, por lo que los dos años que pasó tratando de recuperar su dinero desaparecen y comienza una nueva batalla».

El usuario anónimo que publicó la reseña en scamion.com en julio de 2020 también afirmó que Jaime Ordóñez Arturo está siendo investigado por varias agencias internacionales. «El Sr. Ordoñez está siendo investigado actualmente por la Oficina Federal de Investigaciones [FBI] de Washington DC y por el Servicio de Impuestos Internos de Washington DC, y es una persona de interés para el Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense [CSIS] de Toronto, Ontario, Canadá», aseguró el usuario.

Además, hizo un llamado a las posibles víctimas de Ordóñez: «Si usted ha hecho negocios con el Sr. Ordoñez y su empresa fantasma Tayrona Financial Group, le sugiero encarecidamente que presente una denuncia ante la oficina de aplicación de la ley más cercana en cualquier país en el que se encuentre para que las autoridades finalmente detengan a este individuo de estafar a más víctimas inocentes».

Estas afirmaciones, de ser ciertas, colocan a Ordóñez Arturo en una situación legal muy delicada. La investigación por parte de agencias como el FBI y el CSIS sugiere que las actividades de Ordóñez podrían haber traspasado las fronteras y haber llamado la atención de las autoridades internacionales. La pregunta que queda en el aire es: ¿responderá Luis Alfonso de Borbón por las inversiones captadas para el colombiano Jaime Ordóñez Arturo y su grupo Tayrona, si Tayrona también colapsa? La detallada revisión en 2020 en scamion.com parece tratarse de una premonición de lo que pudiera llegar a ser en el futuro si lo que allí aseguran es cierto.

Traducción de la denuncia completa en scamion.com

En cuanto a Jaime Ordóñez Arturo, tal parece que el colombiano se ha limitado en distintas ocasiones a negar que sus negocios hayan sido fallidos o a justificar sus controversiales decisiones de no invertir lo que había prometido invertir en distintos proyectos.

Otro yerno en los negocios: El caso D’Agostino

Víctor Vargas, el suegro de Luis Alfonso de Borbón, también incorporó a sus negocios a otro de sus yernos, Francisco D’Agostino Casado, esposo de María Victoria Vargas, una de las hijas de Víctor Vargas.

Francisco D’Agostino Casado y su esposa María Victoria Vargas

Algunos perfiles no oficiales que circulan en Internet aseguran que Francisco D’Agostino Casado compró el Banco Noroco en el año 2000, para fusionar dicho banco con una empresa de hipotecas y renombrarlo a Norval Bank. Se afirma además que D’Agostino trabajó en el año 2003 en la fusión de esa entidad con el Banco Occidental de Descuento y fundó la División de Banca Privada para BOD. Según tales perfiles, en asociación con Víctor Vargas, D’Agostino constituyó Element Capital Group, una empresa de gestión de la riqueza con sede en Panamá.

Es importante destacar que tanto D’Agostino, como Element Capital Group y otras de las empresas de D’Agostino, fueron sancionados en el año 2021 por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (lista OFAC), debido al papel de D’Agostino en una red de contrabando de hidrocarburos, en evasión de las sanciones estadounidenses a la industria petrolera venezolana. Sin embargo, D’Agostino y sus empresas fueron retiradas de la lista OFAC en enero de 2025, una semana antes de la salida de Joe Biden de la presidencia estadounidense.

El caso de D’Agostino se presenta como un recordatorio de que las conexiones familiares en el mundo de los negocios no siempre son sinónimo de transparencia y legalidad. La inclusión de D’Agostino en la lista OFAC, aunque temporal, dejó una mancha en su reputación y puso de relieve los riesgos de hacer negocios con regímenes sancionados.

«Caballero Excelentísimo de España»: Un título en entredicho

Jaime Ordóñez Arturo afirma haber recibido el título de «Caballero Excelentísimo de España» de la Fundación de Fomento Europeo (AEFE) en Barcelona, España, el 12 de marzo de 2016. Sin embargo, una investigación más profunda revela que este título podría no ser lo que aparenta.

Jaime Ordóñez, a la izquierda de la foto, durante entrega de reconocimiento de la Fundación de Fomento Europeo (AEFE) en España (año 2016).

Si bien es cierto que Ordóñez recibió un reconocimiento de la AEFE ese año, se trató de una cruz, de entre las muchas cruces, estrellas de gala, placas de honor y corbatas de honor otorgadas por la organización. No hay evidencia de que la Fundación de Fomento Europeo (AEFE) otorgue un título de «Caballero Excelentísimo de España». Los títulos y tratamientos de «Excelentísimo» o «Excelencia» en España generalmente se reservan para altos cargos públicos, miembros de la nobleza con grandeza de España, y ciertos dignatarios según las normas protocolarias y legales establecidas.

Jaime Ordóñez (círculo rojo), durante entrega de reconocimiento de la Fundación de Fomento Europeo (AEFE) en España (año 2016).

La AEFE se enfoca en promover la unidad europea, valores universales y el intercambio cultural, pero no tiene la autoridad para otorgar títulos nobiliarios o tratamientos honoríficos oficiales. Estos títulos y tratamientos son regulados por el Estado español y otras instituciones oficiales. La Fundación de Fomento Europeo (AEFE) es una institución no gubernamental y sin ánimo de lucro que opera de manera independiente del Gobierno y el Estado español, por lo que el reconocimiento recibido por Ordóñez en 2016 no significa que sea miembro de la nobleza o la realeza española.

El uso de este título por parte de Ordóñez Arturo podría ser interpretado como un intento de adornar su imagen y de proyectar una falsa sensación de prestigio y autoridad. La realidad, sin embargo, es que este título carece de validez oficial y no le otorga a Ordóñez ningún estatus especial en España.

La conexión con el banquero caído: El fantasma de Víctor Vargas

Víctor Vargas Irausquín, propietario en Curazao del quebrado Banco del Orinoco

La asociación entre Luis Alfonso de Borbón y Jaime Ordóñez Arturo evoca inevitablemente el recuerdo de la relación del Duque de Anjou con su suegro, el banquero venezolano Víctor Vargas Irausquín. Vargas, quien alguna vez fue considerado uno de los banqueros más exitosos de Venezuela, vio cómo su imperio financiero se derrumbaba estrepitosamente, dejando a miles de clientes en la ruina.

Luis Alfonso de Borbón, desempeñó un papel clave en la captación de clientes para los bancos de su suegro, un rol que ahora parece replicar con Ordóñez Arturo.

El colapso del Grupo BOD, que arrastró consigo a los bancos que controlaba en Curazao (Banco Orinoco N.V.), Panamá (Allbank Corp), República Dominicana (Bancamérica) y Antigua y Barbuda (BOI Bank), dejó al descubierto una serie de irregularidades y malas prácticas que fueron un secreto a voces durante años.

La pregunta que surge ahora es si la asociación entre Luis Alfonso de Borbón y Jaime Ordóñez Arturo seguirá el mismo camino que la relación del Duque con su suegro. ¿Será Tayrona Capital Financial Group otro espejismo? Solo el tiempo lo dirá.

La historia de Víctor Vargas y el Grupo BOD es un ejemplo de que las apariencias engañan y que, en el mundo de las finanzas, la prudencia y la diligencia debida son fundamentales para proteger el patrimonio de los inversores.



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