El pasado jueves, 21 de noviembre de 2024, el empresario Víctor de Aldama compareció en España ante la Audiencia Nacional, desatando una tormenta política con sus declaraciones. De Aldama, conocido por su rol como comisionista en la adquisición de material sanitario durante la pandemia, detalló sus gestiones en Venezuela, afirmando que el gobierno español, en un primer momento, le encomendó la tarea de mediar entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó.

Según su testimonio, propuso que la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, liderara las negociaciones, pero la sugerencia fue descartada argumentando que la ministra carecía de la experiencia necesaria. Ante esta negativa, De Aldama solicitó una acreditación oficial que respaldara su papel como representante del gobierno español, obteniendo una carta firmada por el entonces ministro José Luis Ábalos, con membrete y el escudo de España.

Este documento, según De Aldama, fue entregado a Guaidó en Venezuela, allanando el camino para que el gobierno español lo reconociera como «presidente encargado» en febrero de 2019. Esta decisión generó un profundo malestar en Maduro, quien se sintió traicionado.

Sin embargo, a finales del mismo año, se orquestó la visita a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, un viaje que, según De Aldama, contaba con el pleno conocimiento del presidente Pedro Sánchez, así como de los ministros Fernando Grande-Marlaska y José Luis Ábalos. De acuerdo con el empresario, estaba previsto que Sánchez cenara con Rodríguez durante su estancia en España.

La polémica visita de Delcy Rodríguez a España: Acusaciones sobre conocimiento y garantías gubernamentales

Delcy Rodríguez

De Aldama reveló ante el juez que Delcy Rodríguez le había expresado su preocupación por las sanciones que le impedían viajar a Europa. Según su testimonio, Ábalos le aseguró que todos los estamentos gubernamentales estaban al tanto de la situación y que no habría ningún problema. La vicepresidenta venezolana, insistió De Aldama, pidió garantías de que no se le estaba engañando, hasta el punto de que el propio empresario se encargó de alquilar una vivienda en Madrid para su alojamiento.

La llegada de Rodríguez a España tuvo lugar en la noche del domingo 20 de enero de 2020, aterrizando en un avión privado que la trasladó desde Venezuela y al que se acercaron Ábalos y el propio De Aldama. Según el relato del empresario, el entonces ministro Ábalos llegó al aeropuerto en el vehículo particular de su asesor, Koldo García, en lugar de utilizar su coche oficial.

La vicepresidenta venezolana pernoctó en la sala VIP de la terminal ejecutiva de Barajas, para luego partir al día siguiente hacia Doha en otro avión. En su momento, el Gobierno de España justificó la visita argumentando que Rodríguez no había pisado suelo español, permaneciendo en todo momento en la zona de tránsito del aeropuerto.

La UCO señala la conexión Aldama-Rodríguez: Invitaciones, agendas y reuniones con «el jefe»

Víctor de Aldama

Un informe previo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ya había advertido sobre la estrecha relación entre De Aldama y Delcy Rodríguez, señalando al empresario como el artífice de la llegada de la vicepresidenta venezolana a España.

De acuerdo con la UCO, De Aldama redactó la invitación oficial en nombre del ministro Ábalos y planificó una agenda detallada para Rodríguez durante cinco días, que incluía reuniones, cenas – una de ellas descrita como «con sorpresa» – e incluso una visita médica. Además, se organizó un encuentro en el despacho de quien De Aldama llamaba «el jefe», en clara referencia a Ábalos.

En su declaración ante el juez, De Aldama amplió esta información, afirmando que la actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, también había sido invitada a una de las cenas con Delcy Rodríguez. El empresario aseguró haberse reunido con Ribera en varias ocasiones para discutir proyectos relacionados con la España vaciada y que Begoña Gómez, esposa del presidente Sánchez, también había mantenido al menos un encuentro con la ministra. Estas declaraciones añaden más nombres de altos cargos del Gobierno español a la trama, aumentando la presión sobre el ejecutivo.

Más implicaciones: Acusaciones de pagos a altos cargos del PSOE y gestiones en México

José Luis Ábalos

Las revelaciones de De Aldama no se limitaron a la visita de Delcy Rodríguez, sino que también salpicaron a otros altos cargos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El empresario afirmó que el secretario general del partido, Santos Cerdán, recibió 15.000 euros de la presunta organización criminal en un bar de la sede del partido en la calle Ferraz, y que el ministro de Política Territorial, Víctor Torres, solicitó 50.000 euros. En cuanto a Ábalos y su asesor Koldo García, De Aldama sostuvo que les fueron pagados al menos 400.000 y 200.000 euros, respectivamente.

Por otro lado, la investigación judicial también ha revelado el papel de De Aldama en gestiones realizadas en México. Según el sumario, el empresario, quien fue nombrado cónsul honorario de España en México, organizó un viaje oficial del entonces ministro Ábalos al país en febrero de 2019.

La UCO ha indicado en sus informes que De Aldama coordinó una reunión entre Ábalos, el gobernador de Oaxaca y el sindicalista Pedro Miguel Haces Barba, lo que sugiere una ampliación de las actividades del empresario más allá de las fronteras venezolanas.

Las declaraciones de De Aldama, que tuvieron lugar el pasado jueves 21 de noviembre, causaron un gran revuelo mediático en España y culminaron con su puesta en libertad ese mismo día tras comparecer ante la Audiencia Nacional.

La amistad con Jorge Giménez y las dudas sobre el silencio de De Aldama: ¿Protección o estrategia?

En sus declaraciones, De Aldama dejó entrever una relación cercana y amistosa con Delcy Rodríguez. Sin embargo, cabe destacar que el empresario fue presidente del Zamora Fútbol Club, etapa en la que entabló amistad con el empresario venezolano Jorge Andrés Giménez Ochoa, actual presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).

Durante su comparecencia ante la Audiencia Nacional, De Aldama pareció proteger a Giménez Ochoa, evitando mencionarlo a pesar de haber revelado detalles sobre Delcy Rodríguez. Esta omisión ha llamado la atención, especialmente considerando que algunos medios han señalado a Giménez Ochoa como un supuesto testaferro de la vicepresidenta venezolana, ignorando la relación familiar de Giménez con los Zuloaga, antiguos propietarios del canal de televisión opositor Globovisión y ahora accionistas en Miami del canal TVVenezuela (TVV). Eso pues, María Corina Giménez, hermana mayor de Jorge Giménez, está casada con Guillermo Zuloaga Siso, hijo del empresario Guillermo Zuloaga Núñez.

Jorge Giménez Ochoa en la mira de nuevas sanciones de EEUU que pudieran alcanzar a otrora accionistas de Globovisión 

Las declaraciones de De Aldama han suscitado interrogantes sobre si Delcy Rodríguez es consciente de las revelaciones que el empresario ha hecho sobre ella, mientras que el comisionista español ha guardado silencio sobre Jorge Giménez. Muchos se preguntan por qué De Aldama no mencionó a Giménez y cómo es la relación actual entre ambos, así como si el gobierno venezolano tiene previsto tomar alguna medida contra Giménez ante las dudas generadas.

Al salir de prisión el jueves 21 de noviembre, De Aldama, investigado también en el caso conocido como "trama del fuel", lanzó amenazas veladas al presidente Pedro Sánchez, asegurando que si quería pruebas, las tendría.

De Aldama contraataca: Acusaciones de "mitomanía" y "alzhéimer" contra Sánchez y revelaciones sobre la trama Koldo

Visiblemente molesto tras ser liberado, el empresario Víctor de Aldama arremetió contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien acusó de "mitómano" y de tener "alzhéimer".

De Aldama criticó que Sánchez, tras haber negado conocerlo en el Congreso y en Portugal, lo reconociera posteriormente como un "personaje" y calificara sus acusaciones como una "menuda inventada".

El empresario se defendió afirmando que las fotos que se toman "con cualquiera" se hacen en la calle, no en zonas privadas, en referencia a una fotografía que lo muestra junto a Sánchez. De Aldama aseguró que sus acusaciones son parte de una "estrategia de defensa basada en la mentira".

En su declaración voluntaria ante el juez Ismael Moreno, De Aldama señaló a Sánchez como la persona que decidió nombrar a Koldo García asesor de Ábalos y quien solicitó conocerlo, lo que llevó a un encuentro en un acto del PSOE. Según De Aldama, en ese evento agradeció a Sánchez sus gestiones en México y Venezuela, que supuestamente le habían permitido lograr acuerdos públicos con autoridades de esos países en beneficio de empresas españolas.

Además, De Aldama afirmó que la fotografía junto a Sánchez fue tomada en un "reservado" durante un acto electoral y que no fue un encuentro fortuito. El empresario también sostuvo que Sánchez estaba al tanto de sus gestiones en favor de Air Europa, previas al rescate público de la aerolínea, y del viaje de Delcy Rodríguez a España un mes antes de que se produjera, viaje en el que, según De Aldama, estaba previsto que Sánchez cenara junto a otros ministros.

De Aldama se presenta como colaborador de la UCE-2, el MI6 y la CIA: Implicaciones en seguridad e inteligencia

Víctor de Aldama

Víctor de Aldama, en su comparecencia ante el juez Ismael Moreno y el fiscal Luis Pastor, se presentó como colaborador de la Unidad Central Especial número 2 (UCE-2) de la Guardia Civil, y afirmó haber tenido contacto con servicios de inteligencia extranjeros, como el MI6 británico y la CIA estadounidense.

El empresario llegó incluso a alardear de haber comprado un dron para la UCE-2 y poseer una medalla de la unidad antiterrorista, señalando que este servicio fue el puente que lo conectó con la CIA. Según De Aldama, su papel se centraba en facilitar información de países como Venezuela, Colombia y México.

Cabe recordar que la UCE-2 es una unidad especializada en terrorismo internacional a la que pertenecía el comandante Rubén Villalba, también investigado en la causa y que fue destinado a la Embajada en Venezuela como agregado del Ministerio del Interior.

De Aldama explicó que ciertos pagos a Villalba, detectados en informes de la Unidad Central Operativa (UCO), estaban destinados a la compra de teléfonos encriptados. Tanto De Aldama como Villalba están representados por el mismo despacho de abogados. Agentes de la UCE-2 colaboraron con la trama proporcionando canales de comunicación seguros, dispositivos que, según el último informe de la UCO, fueron utilizados incluso por el entonces ministro José Luis Ábalos.

De Aldama se presentó como una figura indispensable para la Policía Nacional y la Guardia Civil, cuerpos a los que, según él, llegó a través de la organización liderada por Koldo García. "Tanto la Policía como la Guardia Civil cuando no tienen medios recurren a gente como yo", sentenció.

Tras sus declaraciones, la Fiscalía Anticorrupción solicitó la liberación de De Aldama, imponiéndole medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la comparecencia semanal ante el juzgado.

Las revelaciones de De Aldama sacuden a Venezuela: Implicaciones para Delcy Rodríguez, Jorge Giménez y la administración de Maduro

Jorge Giménez Ochoa

Las declaraciones de Víctor de Aldama, en las que se presenta como colaborador de la UCE-2 de la Guardia Civil española y afirma haber tenido vínculos con el MI6 británico y la CIA estadounidense, han puesto en una situación comprometida a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, al presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Jorge Giménez, y a la propia administración de Nicolás Maduro. La supuesta relación de De Aldama con agencias de inteligencia extranjeras plantea serias interrogantes sobre la naturaleza de sus interacciones con altos funcionarios venezolanos y la posibilidad de que haya actuado como un infiltrado, comprometiendo información sensible del Estado venezolano.

Para Delcy Rodríguez, las revelaciones de De Aldama representan un golpe a su imagen. Si se confirma la relación del empresario con la CIA y otras agencias, surge la duda de si Rodríguez era consciente de ello y, en caso afirmativo, cuál fue el alcance de su colaboración o si fue víctima de una manipulación.

La cercanía que De Aldama sugirió tener con la vicepresidenta, sumada a las gestiones que realizó para facilitar su visita a España, ahora adquieren una nueva dimensión, planteando la posibilidad de que Rodríguez haya sido utilizada como un peón en un juego de inteligencia más amplio. La situación se agrava aún más por las acusaciones de corrupción que pesan sobre De Aldama, lo que ha puesto a Rodríguez en una situación incómoda.

En cuanto a Jorge Giménez, el silencio de De Aldama sobre su relación con él, en contraste con las revelaciones sobre Rodríguez, resulta sospechoso. Si se confirma la hipótesis de que Giménez es un testaferro de Rodríguez, la conexión con De Aldama podría implicarlo directamente en actividades ilícitas o de espionaje. La relación de Giménez con los Zuloaga, una familia con fuertes vínculos con la oposición venezolana, añade otra capa de complejidad al asunto, alimentando especulaciones sobre posibles agendas ocultas y lealtades divididas. La pregunta clave es si Giménez tenía conocimiento de los supuestos vínculos de De Aldama con agencias de inteligencia extranjeras y si colaboró con él de alguna manera.

Para la administración de Nicolás Maduro, las revelaciones de De Aldama representan un desafío a la seguridad nacional. La posibilidad de que un individuo con acceso a altos funcionarios venezolanos haya estado colaborando con agencias de inteligencia extranjeras plantea serias dudas sobre la capacidad de la administración madurista para proteger información sensible y prevenir la infiltración. Si se demuestra que De Aldama filtró información estratégica a Estados Unidos u otros países, esto podría tener consecuencias políticas y diplomáticas significativas para Venezuela, además de socavar la confianza en el aparato de inteligencia y seguridad del Estado.

 

La sombra de la corrupción: La millonaria transacción inmobiliaria entre De Aldama y el hijo de un magnate chavista

La compleja trama de Víctor De Aldama se extiende también al ámbito inmobiliario, con una operación que lo vincula a Omar Farías Pacheco, hijo del empresario venezolano Omar Farías Luces, propietario de Seguros Constitución y conocido como el "zar de los seguros" y con estrechos vínculos con la administración chavista, primero con Hugo Chávez y posteriormente con Nicolás Maduro. En diciembre de 2023, De Aldama adquirió siete pisos de lujo y cuatro plazas de garaje en Madrid a Farías Pacheco por un valor superior a los tres millones de euros. Esta transacción, que aún no ha sido registrada en el Registro de la Propiedad, arroja nuevas sombras sobre las actividades del empresario español.


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