El empresario español Víctor de Aldama, figura central en el caso Koldo, concedió una entrevista exclusiva a la emisora colombiana La W, con Julio Sánchez Cristo, tras su liberación de la cárcel de Soto del Real en Madrid.

En sus declaraciones, De Aldama ofreció detalles sobre su vida empresarial, su implicación en la trama de corrupción y las pruebas que sustentan sus acusaciones contra altos cargos políticos españoles.

El empresario, de 46 años, relató sus inicios en el mundo de los negocios a los 23 años, destacando su trayectoria ascendente basada en la confianza, la lealtad y su capacidad de gestión. «No me ha sido fácil llegar hasta aquí», afirmó.

De Aldama explicó que su declaración voluntaria ante la Audiencia Nacional no incluyó la presentación de pruebas inicialmente, limitándose a proporcionar indicios. Sin embargo, el 4 de diciembre presentó una promesa de negocio de un apartamento como prueba fundamental. Según el empresario, este documento confirma que los 1.9 millones de euros entregados a un ministro estaban destinados al pago de futuras adjudicaciones.

«Nadie firma un contrato de alquiler cuando hace una compra por 600.000 euros de un alquiler en el que no está el que no habita», argumentó De Aldama, añadiendo que el documento «servía como garantía para pagar lo que él iba a entregar». Insistió en la validez de esta prueba: «Aquí hay una prueba con la firma de un ministro en el que alquila un piso con opción de compra que no habita, eso es más que suficiente como prueba».

De Aldama se mostró enfático al refutar las dudas sobre la existencia de pruebas: «Estoy cansado de que se diga que dónde está la prueba: el sobre con el dinero y el cuchillo clavándose en el pecho no existe».

Motivaciones de De Aldama y la implicación de otros funcionarios

Víctor de Aldama

Víctor de Aldama confesó que su decisión de colaborar con la justicia se debió al cansancio de pagar sobornos y al trato recibido. «Me canso de que pierdan la lealtad, de que haya dos señores como Koldo y Ábalos por todos los platós de los medios contando diez versiones diferentes y engañando a todo el mundo, metiéndome en follones que no son míos», declaró.

De Aldama espera que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregue su teléfono móvil a las autoridades judiciales para que se revelen las conversaciones de WhatsApp que mantuvo con las personas implicadas en el caso. «Espero que la UCO (…) entregue mi terminal al Supremo o a la Fiscalía y se vean todos los WhatsApp que tengo de todos ellos, de todos los que me han negado como en la cena de Jesucristo», afirmó. Confirmó la existencia de pruebas en estas conversaciones, «excepto de Santos Cerdán (diputado del Congreso de los Diputados), no tengo su WhatsApp ni su contacto».

Sobre la visita de Cerdán a su edificio el 4 de diciembre, De Aldama expresó su sorpresa y escepticismo ante la justificación ofrecida por el diputado. «Él dice, o he escuchado, que ha ido por dos camisas. No sé, hay muchas sastrerías en Madrid para que vaya a mi edificio por dos camisas, además me sorprende que sea en horario de trabajo y con su carro oficial, pero bueno, que lo explique él», manifestó.

Negó haberse reunido con Cerdán en esa ocasión. El empresario describió un punto de inflexión en el que la situación se volvió insostenible: «Hubo un momento en el que ya parecía esto el Banco de España y no hubo límite, no hubo respeto, parecía una obligación, por llamarlo de alguna manera. Ese día dije que ya no más y ahí empezaron todos mis problemas».

Alcance de la corrupción y la presunta implicación de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez

De Aldama se negó a revelar la cantidad exacta de personas a las que entregó comisiones, aclarando que prefiere proporcionar esa información a la justicia. Rechazó el término «sobornar», argumentando que él no sobornó a nadie. Al ser preguntado sobre la posible implicación del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el caso, De Aldama planteó interrogantes sobre el conocimiento que Sánchez podría tener de las actividades de José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

«¿Cree que el presidente Sánchez, llamando siete veces al día a su número dos en todo, no sabía nada de verdad?», cuestionó.

De Aldama admitió no tener certeza sobre la participación directa de Sánchez, pero expresó sus dudas al respecto: «No tengo la certeza de si el presidente lo sabía. Me resulta muy difícil, y es personal mi apreciación, que un señor que hablaba siete veces al día con el señor Ábalos y con el que se contaban todo, no supiera algo».

Respecto a una fotografía que lo muestra junto a Sánchez, De Aldama comentó: «Pedro Sánchez se hace fotos con cualquiera, son en la calle o en eventos, no en zonas privadas».

Con relación a la polémica visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a España en enero de 2020, De Aldama aseguró la existencia de evidencias, como una carta enviada por Ábalos a Rodríguez un mes antes del encuentro. Desmintió las especulaciones sobre maletas llenas de oro: «Me parece una auténtica barbaridad que se diga que venían con 10 o 20 maletas llenas de oro cuando, técnicamente, en un Falcon se le pide alguien de Aeronáutica que diga si ese avión puede soportar ese peso y, si es inviable, ni despega».

De Aldama eludió responder por qué el Gobierno español lo requería para gestionar la reunión con Rodríguez, sugiriendo que la pregunta debería dirigirse a las autoridades españolas. «Esa pregunta sería para que se la hagan a ellos, a lo mejor me necesitaban porque eran incapaces de llegar a un acuerdo o de tener una relación normal y leal con el Gobierno de Nicolás Maduro», declaró.

Negocios de De Aldama y su relación con Colombia

Víctor de Aldama

Víctor de Aldama explicó que su vínculo con Venezuela se remonta a mucho antes de cualquier negocio petrolero, y se basa en el fútbol y el sector hotelero. «Con Venezuela me une, mucho antes de cualquier negocio de petróleo, el fútbol y el mundo hotelero», afirmó.

En cuanto a sus actividades en República Dominicana, De Aldama reveló tener dos cuentas bancarias en el país caribeño, aunque actualmente no mantiene negocios allí. Negó categóricamente haber participado en actividades de blanqueo de capitales. «Las comisiones las entregaba yo, entonces yo no blanqueaba ningún dinero, ni tengo una red de blanqueamiento de dinero, ni nada de eso», aseveró.

Sobre su relación con Colombia, De Aldama aseguró que el caso Koldo no tuvo ninguna conexión con el país. Si bien reconoció intentos fallidos de incursionar en el sector inmobiliario y de restauración, enfatizó que su principal vínculo con Colombia es de carácter deportivo. «No tuvo absolutamente nada que ver con Colombia. Se han intentado hacer negocios inmobiliarios en Colombia -no se han hecho- y de restauración de un grupo muy importante que prefiero no decir el nombre para no afectar su reputación», señaló.

De Aldama reiteró su apoyo a jóvenes futbolistas colombianos de bajos recursos: «Ayudo a mucha gente y escuelas de fútbol con gente colombiana de bajos recursos». Respecto a sus contactos con el gobierno colombiano, mencionó un saludo protocolario con el expresidente Iván Duque durante un evento en España. «Cuando estuvo aquí el presidente Iván Duque, estuve en un evento y lo saludé normalmente. No hubo más», precisó.

Silencio sobre Begoña Gómez y la información del teléfono móvil

Begoña Gómez y Pedro Sánchez

Consultado sobre su relación con Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, y la reciente polémica en la que se ha visto envuelta por una presunta colaboración con lobistas, De Aldama se negó a proporcionar detalles, argumentando que la información forma parte de la investigación en curso. «Es algo que hablaré en su momento, cuando haya que hablar, porque todavía tengo una declaración importante en el Supremo», afirmó. De Aldama evitó confirmar o desmentir un encuentro en San Petersburgo, aunque admitió haber visto a Gómez en Ferraz, sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

En cuanto a la información contenida en su teléfono móvil –videos, fotos y documentos– y su potencial impacto en el Gobierno español, De Aldama desafió a quienes temen su contenido a revelar sus propias conversaciones. «Yo no tengo que poner nervioso a nadie. Si fuéramos sinceros en este país, si no tienen miedo de nada, que lleven ellos su chat que tienen conmigo y lo ofrezcan a la prensa o a la Fiscalía», indicó. Mencionó específicamente a Carlos Moreno, quien negó conocerlo, y a una ministra que afirmó «pondría su mano en el fuego» por él. «Yo le diría a la señora ministra que vaya a una farmacia a comprar pomada para las quemaduras, porque se va a quemar», ironizó.

De Aldama, quien se considera un experto antiyihadista y fue condecorado por la Policía por su labor en este ámbito, explicó que ciertos detalles del caso Koldo son considerados de seguridad nacional y no puede revelarlos. A pesar de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, solicitó la retirada de su condecoración, De Aldama aseguró que aún la conserva. «Creo que no me la pueden retirar, pero si quieren hacerlo, firmo lo que tenga que firmar: para mí la medalla no es importante, yo he ayudado a España. La medalla es un cacho de metal, yo sé perfectamente lo que he hecho y esa es mi medalla».


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