El Ministerio Público de Venezuela ha presentado cargos contra los hermanos Daniel José, Levin Salvatore y Carmelo De Grazia Suárez, acusándolos del grave delito de traición a la Nación. La acusación ha impactado de manera colateral a la entidad financiera Bancamiga, de la cual los De Grazia son los principales accionistas.
Los documentos judiciales revelan que el Tribunal Especial 2 contra el Terrorismo emitió las órdenes que condujeron a la aprehensión de los hermanos De Grazia, según el expediente 02-CT-S-043-23. Ese mismo tribunal también alberga el expediente principal de los investigados por los escandalosos casos de corrupción que han salido a la luz desde 2023 en Venezuela, involucrando a Pdvsa, la Corporación Venezolana de Guayana, Cartones de Venezuela, el Poder Judicial y varias alcaldías.
Además de traición a la patria, los De Grazia enfrentan cargos adicionales de provecho o distracción de dinero, valores o bienes públicos, alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias, legitimación de capitales y asociación para delinquir, según se detalla en las órdenes de aprehensión 104-24, 104-25 y 104-26.
Las investigaciones preliminares han arrojado luz sobre el presunto papel de Bancamiga como custodio de las divisas de empresarios que buscaban hacer negocios con Pdvsa durante la gestión de Tareck El Aissami al frente de la estatal petrolera.
Conexiones y tramas de corrupción del coronel Antonio Morales con Pdvsa, Bancamiga y los hermanos De Grazia
En el entramado de corrupción que se cierne sobre Pdvsa y Bancamiga, un nombre ha emergido como un eslabón clave: el coronel Antonio José Morales Rodríguez. Este militar, cuya estrecha relación con los hermanos De Grazia ha sido puesta bajo el foco de las investigaciones, habría sido el facilitador que dio luz verde para consolidar la posición de Bancamiga en el mercado financiero venezolano.
Según fuentes cercanas al caso, Morales Rodríguez no solo mantiene vínculos estrechos con los De Grazia, sino que también goza de una reputación pública y notoria como un “extorsionador profesional”. Esta caracterización arroja sombras inquietantes sobre sus presuntas actividades ilícitas y el posible abuso de su poder e influencia.
La trama denominada "Pdvsa-Cripto" ha sido un catalizador clave en las investigaciones en curso. Se alega que la mitad de las ganancias obtenidas en esta operación corrupta beneficiaba directamente a Morales Rodríguez, debido a su estrecha amistad con Antonio Pérez Suárez, quien fuera Vicepresidente de Comercialización de Pdvsa y compañero de promoción de Morales en la Academia Militar de Venezuela.
Pero los tentáculos de la corrupción se extienden aún más allá. Morales Rodríguez, quien actualmente se desempeña con un bajo perfil como subdirector de la Academia Militar de Venezuela, ha ocupado cargos de alto nivel en el gobierno venezolano. Fue designado como Ministro de Comercio Nacional el 19 de enero de 2023 por el propio Nicolás Maduro, luego de haber sido nombrado jefe de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) en junio de 2017.
Morales Rodríguez, quien ahora se encuentra en el centro de la tormenta por presuntos actos de corrupción, fue despedido en el pasado por el fallecido presidente Hugo Chávez por ser "corrupto y sin vergüenza". Esta revelación arroja una luz inquietante sobre los supuestos patrones de comportamiento del coronel y sugiere que sus actividades ilícitas podrían tener raíces profundas en el tiempo.
Morales Rodríguez también ha ocupado otros cargos clave en el sector financiero venezolano. Fue designado como Gerente de la Unidad Nacional de Inteligencia Financiera de la Sudeban el 12 de diciembre de 2016, cargo que fue oficializado en la Gaceta Oficial Nro. 41.072 con fecha del 11 de enero de 2017. Antes de eso, había reemplazado a Leoncio Guerra Molina como Superintendente de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) el 8 de junio de 2017, según consta en la Gaceta Oficial Nro. 41.168.
Morales, conocido con el apodo de "El Catre" está casado con la conocida animadora venezolana Annarella Bono, junto a quien ha dejado de verse.